Gobierno justifica pago a Telesur por publicidad y Morales no quiere hablar

El periodista Freddy Morales, corresponsal de la cadena venezolana Telesur en Bolivia y propietario de la empresa Surcom, que se benefició con contratos de publicidad del Gobierno del MAS por un millón de dólares, no quiso responder respecto a cómo se favoreció con estos convenios. 

  • Frontis de la empresa televisiva Telesur, en Caracas (Venezuela). | Telesur

Fuente: Los Tiempos
Walter Tapia Callao

El periodista Freddy Morales, corresponsal de la cadena venezolana Telesur y propietario de la empresa Comunicación Sur (Surcom), que se benefició con seis contratos de publicidad del Gobierno por un millón de dólares, no quiso responder a Los Tiempos respecto a cómo se favoreció con estos convenios.

En tanto, diferentes entidades periodísticas condenaron la actitud discriminatoria del Gobierno por beneficiar con contratos millonarios a periodistas afines al Movimiento Al Socialismo (MAS).



Según la documentación que se registra en el Sicoes, en 18 meses, entre marzo 2021 y julio 2022, Surcom firmó seis contratos con el Estado que van desde los 21 mil bolivianos hasta los 2 millones de bolivianos, por “servicio de difusión en medio televisivo II: Telesur”. En total se pagó al periodista del canal del Gobierno de Venezuela 7 millones de bolivianos (más de un millón de dólares).

Tras las publicaciones que revelaron la suma millonaria que pagó el Estado a Surcom, este medio se comunicó con Freddy Morales, quien en primera instancia atendió la llamada, pero una vez hecha la consulta e identificar el nombre de Los Tiempos, el corresponsal de Telesur colgó y no volvió a contestar.

En tanto, el director de Políticas Comunicacionales del viceministerio de Comunicación, Enrique Pomar, justificó el contrato con Freddy Morales por más de un millón de dólares (más de 55 mil al mes dólares).

“Para contratar los servicios publicitarios de TeleSur y de cualquier medio de comunicación, se responde a criterios legales, económicos y de cobertura poblacional y geográfica, ello dentro del marco de la austeridad económica”, señaló.

Asimismo, Pomar indicó que “TeleSur tiene un alcance que se centra en Latinoamérica y parte de Europa, además de que sus costos son competitivos en el marco de la austeridad económica”.

Según Pomar, el Viceministerio de Comunicación también tiene contratos con 300 medios de comunicación bolivianos, de éstos, el 99 por ciento está en el área rural.

Desde la Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia (ANP), señalaron que el Gobierno debe explicar al país “por qué se eligen medios extranjeros, mientras los diarios bolivianos, con línea editorial independiente, están marginados de la pauta publicitaria estatal”.

“La noticia ampliamente difundida es una comprobación de que el Gobierno eligió medios internacionales y plataformas digitales transnacionales como el soporte de difusión de la propaganda gubernamental. Por cada dólar que se paga a una cadena internacional, un trabajador de un medio de comunicación boliviano pierde la posibilidad de obtener ese dólar para alimentar a su familia”, señaló Franz Chávez, director ejecutivo de la ANP.

Los Tiempos, pese a que se trata del impreso con mayor circulación en Cochabamba y estar entre los más leídos del país por su amplio alcance en redes sociales, desde hace más de 15 años, ocupa el puesto 74 en cuanto a recepción de espacios publicitarios del Estado.

“Vulneran principio de la CIDH” 

La presidenta de la Asociación de Periodistas de Cochabamba (APC), Elizabeth Arrázola, condenó la actitud discriminatoria del Gobierno en el manejo de la pauta publicitaria. Además, señaló que esta actitud vulnera el artículo 13 de la Declaración de Principios de Libertad de Expresión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En tanto, el secretario ejecutivo de la Federación de Trabajadores de la Prensa de Cochabamba, David Ovando, señaló que, desde la gestión de Evo Morales como presidente, el Gobierno no pudo separar la publicidad del contenido de la información, por lo cual el Gobierno intenta ahogar a los medios independientes.

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