Hospitales psiquiátricos chinos son un medio para silenciar activistas (ONG)

Las autoridades chinas encierran a los activistas en hospitales psiquiátricos por el simple hecho de haber puesto en línea un comentario político, denunciado a un funcionario corrupto o gritado consignas en la calle
Las autoridades chinas encierran a los activistas en hospitales psiquiátricos por el simple hecho de haber puesto en línea un comentario político, denunciado a un funcionario corrupto o gritado consignas en la calle © Safeguard defenders

Silenciar opositores internándolos en hospitales psiquiátricos sigue siendo una práctica corriente en China, denunció Safeguard Defenders. En su informe basado en un centenar de casos entre 2015 y 2021, la ONG explica que las autoridades chinas encierran a los activistas en esos servicios por el simple hecho de haber puesto en línea un comentario político, denunciado a un funcionario corrupto o gritado consignas en la calle.

Fuente: Radio Francia Internacional

Una vez hospitalizada en un servicio de psiquiatría, la persona es aislada, golpeada y sometida a dolorosas terapias de electrochoque. También es atada a la cama y humillada, dejándola durante horas en sus propios excrementos.



«Hay un poco más de un centenar de hospitales en 21 provincias chinas que cooperan con las autoridades. Ellos se han comprometido en enviar militantes políticos a esos centros hospitalarios. Ahora bien, muchos doctores y enfermeras son forzados por la policía y las autoridades locales», dijo a RFI  Jing-Jie Chen, investigador de Safeguard Defenders, ONG con sede en Madrid.

Preguntamos a Chen si el objetivo del sistema de hospitales psiquiátricos chino, conocido como «Ankang», es hacer un «lavado de cerebro» de las víctimas.

«No, no es propiamente una campaña de ‘lavado de cerebro’. Es más bien una manera de silenciar rápidamente a una persona. Si la policía arresta a una persona y la envía a juicio, por lo general hay que esperar la investigación. En cambio, si se recurre al sistema de hospitales psiquiátricos chino, el Ankang, para la persona inculpada será más difícil continuar luchando por sus derechos y apelar ante un juez. Su caso pasa a otro tipo de procedimiento. Se estima que la persona está mentalmente enferma y necesita ayuda. En cierta medida, las autoridades también utilizan esto como un argumento para decir: ‘miren, este militante está mentalmente perturbado, lo que dice es demente’. Pero el principal objetivo del sistema Ankang es, insisto, silenciar a la persona».

El informe de Safeguard Defenders se basa en un centenar de casos recopilados durante seis años. ¿Es muy difícil recopilar testimonios?

«Sí, porque muchas de las víctimas, después de haber sido hospitalizadas en esos estrictos centros psiquiátricos, donde fueron drogados y golpeados, presentan secuelas físicas y psicológicas que les impiden hablar. Las autoridades chinas también los obligan a firmar un documento en el que se comprometen a no volver a militar. Muchos de ellos, después de haber sido torturados o golpeado, se niegan a hablar», sostiene Jing-Jie Chen.

Durante décadas, las autoridades comunistas chinas han usado el sistema de psiquiátricos del país, conocido como Ankang, para encerrar a prisioneros políticos.

«En 2022, el Partido Comunista de China (PCC) todavía encierra rutinariamente a objetivos políticos en hospitales psiquiátricos, a pesar de haber implementado cambios legales para frenar esta práctica bárbara hace más de una década», dice también Safeguard Defenders en su informe.

La oenegé acusa al partido de apartar «a los activistas del sistema de justicia, sin esperanza de ver a un abogado o ir a juicio, diagnosticándoles una enfermedad mental para que estén aislados socialmente incluso después de ser liberados».

La oenegé también denuncia que los internos sufren abuso mental y físico y que algunos prisioneros denuncian palizas, confinamiento y terapia de electrochoque.

Con AFP