Atención médica oportuna podía salvar a las víctimas de Las Américas

Los sucesos del hotel Las Américas el 16 de abril de 2009 en Santa Cruz (Gobierno de Evo Morales) dejan una serie de cuestionantes sobre la forma en que encontraron la muerte el irlandés Michael Dwyer, Eduardo Rózsa y Arpad Magyarosi.

  • Eduardo Rózsa y Michael Dwyer, dos de los presuntos terroristas que perdieron la vida en el operativo hotel Las Américas.

Fuente: Los Tiempos
Wilson Aguilar

Informes sobre los sucesos del hotel Las Américas el 16 de abril de 2009 dejan una serie de cuestionantes sobre la forma en que encontraron la muerte el irlandés Michael Dwyer, Eduardo Rózsa y Arpad Magyarosi: por falta de auxilio, torturados y ejecutados o la versión que maneja el Gobierno de que fallecieron producto del enfrentamiento de este grupo con efectivos policiales. Lo cierto es que a la fecha no se realizó una investigación seria e independiente, como recomienda la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Como consecuencia de la matanza, para establecer algunos aspectos de lo acontecido, desde la Asamblea Legislativa se conformó una comisión especial, instancia que emitió dos informes: por mayoría, redactado por los legisladores del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS), y por minoría, un documento de la oposición.



En el informe de la mayoría se hace una recopilación de los movimientos de los presuntos terroristas, el perfil psicológico, sus relaciones con esferas cruceñas, entre otras, para sustentar la teoría de un movimiento separatista desde Santa Cruz, la preparación de una guerra civil. Todo esto sobre la base de entrevistas de un periodista en el extranjero a Eduardo Rózsa, el informe del entonces mayor Jhonny Aguilera, entre otros.

Muertes

El informe en minoría centra su atención en el “operativo desarrollado por la Unidad Táctica de Resoluciones de Crisis (Utarc)” y la muerte de tres presuntos terroristas, que habrían atentado contra la casa del cardenal Julio Terrazas en Santa Cruz.

En ese contexto, el informe de minoría refiere que Rózsa, Dwyer y Magyarosi perdieron la vida por falta de atención médica.

La conclusión 11 del documento sostiene que “las muertes de las tres personas abatidas en el hotel Las Américas no fueron instantáneas; se produjeron después de la pérdida de sangre en cada uno de los heridos (…). La vida de los tres heridos podía haber sido salvada si la Policía los hubiese trasladado en forma oportuna para que recibieran auxilio médico. El Hospital General San Juan de Dios se encuentra a sólo 200 metros del hotel Las Américas”.

CIDH

En ese contexto, la Comisión relata que de lo recopilado se establece una acción tardía en el levantamiento de los cadáveres.

En su párrafo 156, la CIDH refiere que “la Comisión observa que, aunque el operativo se desarrolló en la madrugada, los cuerpos de las personas que resultaron muertas no fueron trasladadas a ningún centro médico, pese a la proximidad de algunos hospitales a las instalaciones del hotel y que el levantamiento de cadáveres se realizó en horas de la tarde del 16 de abril de 2009. En ese sentido, la Comisión nota que la autopsia realizada al cuerpo de Michael Dwyer refirió como causa de muerte un shock hipovolémico y heridas múltiples en tórax por proyectiles de arma de fuego. La Comisión nota que el dictamen de la autopsia no se precisa la hora exacta y/o momento de la muerte de Michael Dwyer”.

Violencia y ejecución

En un documento adjunto al informe de minoría, con estudios especializados, un funcionario dijo que la operación del hotel Las Américas fue un ajusticiamiento y que se instruyó que haya disparos para teatralizar una confrontación armada entre el grupo y los efectivos policiales.

Los estudios forenses de las tres víctimas señalan  que, pese a que los presuntos mercenarios murieron tras fuego cruzado, “todo indica que éstos fueron ejecutados, puesto que los cadáveres aparecen semidesnudos, con claras señales de torturas, evidencias físicas de haber sido amarrados y ejecutados sin posibilidad alguna de tratar de utilizar armas para su defensa”.

Dwyer

Un aspecto que deja mayores dudas sobre la muerte de los tres presuntos terroristas es la de Michael Dwyer, quien, de acuerdo con el testimonio de dos detenidos, Mario Tadic y Elöd Tóásó, sobrevivió a la incursión violenta de la Utarc.

Los sobrevivientes revelaron que Dwyer fue llevado a un aeropuerto, pero que sólo subieron dos a la aeronave que los trasladó hasta La Paz. Sostienen que escucharon disparos y se presume que en esa instalación fue ejecutado.

“Sobre la muerte de Michael Dwyer, la Comisión observa que (…) existen dos versiones de lo ocurrido, respecto de las cuales se desprenden ciertas divergencias en las consecuencias de los hechos. Era y continúa siendo obligación de las autoridades nacionales esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades individuales que correspondan”, señala el informe de fondo.

Informe de CIDH señala que el Estado no tomó medidas

El informe de Fondo de la CIDH muestra la falta de acción del Gobierno para investigar todos los hechos denunciados en torno al operativo del hotel Las Américas, incluso en la muerte de Michael Dwyer.

“El Estado no demostró que se hubiera utilizado medidas menos lesivas para alcanzar el objetivo perseguido, consistente en el sometimiento de Michael Dwyer. Adicionalmente, la Comisión observa que las cámaras del hotel y la señal de internet fueron desconectadas varias horas antes del desarrollo del operativo policial”, refiere el documento.

Agrega que “en el marco del trámite de la petición, el Estado se limitó a reiterar que existió al fuego cruzado, sin corroborar o desvirtuar la otra versión señalada por Mario Tadic y Elöd Tóásó”.

“En este sentido, el Estado no presentó pruebas consistentes, congruentes, fiables y suficientes, para considerar que el despliegue del uso de la fuerza letal en contra de Michael Dwyer fuera, en las circunstancias de los hechos, proporcional, o que los agentes policiales que participaron en el operativo hubieran intentado otros mecanismos menos letales”, indica.

En ese contexto, la Comisión advierte que el empleo de la fuerza de manera letal no habría sido necesario, y que los seis disparos (contra Dwyer) excedieron la proporcionalidad del uso de la fuerza que se podría aplicar para lograr el supuesto objetivo que se pretendía alcanzar, consistente en detener a Michael Dwyer.

Fuerza excesiva en el caso terrorismo

La Comisión nota que, aun en el supuesto de que se aceptara la situación de flagrancia alegada, no es clara la conexión entre dicha situación (que presuntamente consistía en un atentado en la casa del Cardenal Terrazas) y la detención de las presuntas víctimas que ocurrió un día después. Sumado a ello, la Comisión observa que las presuntas víctimas durante los interrogatorios fueron acusadas de que presuntamente eran parte o habrían colaborado con un movimiento separatista en Santa Cruz.