Rogelio Mayta señala que el informe de EEUU sobre las elecciones de 2019 es impertinente y no cambia nada. Dice que el documento no tiene ninguna trascendencia en Bolivia. Ratifica que el Gobierno solicita información complementaria a la OEA.
El ministro de Relaciones Exteriores, Rogelio Mayta, en conferencia de prensa este viernes. Foto: ABI
El canciller Rogelio Mayta afirmó este viernes que el informe de Estados Unidos, que confirma la existencia de irregularidades en las elecciones de 2019, “no cambia nada” en el país, es impertinente y no tiene ninguna trascendencia.
La autoridad nacional consideró “inapropiado” que políticos de una nación ajena discutan temas concernientes a otro país. Aseguró que no existirá mayor repercusión sobre el tema en el mundo ni en Bolivia.
“Ese reporte no cambia nada, acá en Bolivia se desarrollaron procesos en la justicia, tuvieron una cierta conclusión, eso no varía, no cambia”, indicó el ministro de Relaciones Exteriores en conferencia de prensa.
Recalcó que la representación boliviana ante la Organización de Estados Americanos (OEA) formuló más de 12 solicitudes de información complementaria sobre la labor que desempeñaron en el acompañamiento del proceso electoral, anulado por irregularidades.
Criterios del canciller:
“Nosotros hemos estado empeñados en la OEA para que el señor Almagro nos entregue la información complementaria y no lo ha hecho, una docena de peticiones, ese reporte no cambiará nuestra posición, que el señor Almagro entregue toda la información base de las afirmaciones que realizaron en su informe”, recalcó.
El documento ratifica los vicios que tuvo el proceso electoral en 2019 y también exhorta a las autoridades nacionales implementar las recomendaciones del GIEI respecto de la violación de los derechos humanos entre 2019 y 2020.
“Esas consideraciones no tienen ninguna trascendencia en Bolivia ni en el mundo, son consideraciones que realiza su Departamento de Estado que a nosotros nos parecen impertinentes, estimo que eso decantará en una discusión interna”, recalcó el canciller.
Mayta descalifica reporte de EEUU sobre informe de la OEA y las elecciones de 2019
El canciller dijo que explicó que dicho reporte es una cuestión interna de eses país, pues pasó del Departamento de Estado al Congreso.
El canciller Rogelio Mayta.
IMAGEN: RODWY CAZÓN
El canciller Rogelio Mayta afirmó este viernes que el reporte que el Departamento de Estado envío al Congreso de Estados Unidos sobre el informe de la OEA en torno a las elecciones generales de 2019 “no tiene trascendencia ni en Bolivia ni en ningún país del mundo”.
Señaló, además, que dicha postura es una cuestión interna de ese país, pues, en su criterio, pasó del Departamento de Estado al Congreso.
“El Departamento de Estado remitió sus criterios al Congreso de los Estados Unidos, y esas consideraciones no tienen ninguna trascendencia ni en Bolivia ni en el mundo; son consideraciones que nos parecen impertinentes”, dijo Mayta en una conferencia de prensa.
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Asimismo, el Canciller dijo que dicho reporte corresponde a un debate interno y que “resulta inapropiado que en un país ajeno se discuta las cuestiones de otro de una forma alegre; no corresponde, es impertinente”.
“Hay que poner las cosas en su lugar. Ese documento no tiene valor para Bolivia ni para el mundo”, recalcó.
Ese informe, que fue solicitado por el Congreso estadounidense, sistematiza información de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre las elecciones generales de 2019 en las que, supuestamente, halló “manipulación informática dolosa”.
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Las elecciones del 20 de octubre de 2019, Evo Morales resultó ganador, pero el postulante de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, cuestionó los resultados.
Entonces denunció supuesto fraude por la suspensión del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), que por unas horas dejó de actualizar en tiempo real el conteo extraoficial de los votos.
Eso derivó en movilizaciones de varios sectores en el país. Al día siguiente de los comicios, Mesa llamó a vigilias en los tribunales electorales departamentales, que derivó en la quema de cinco de estas entidades en el país.
Entonces presidente del Comité pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, llamó a un paro que terminó en 21 días con el derrocamiento de Morales, el 10 de noviembre.
En medio de las protestas, un motín policial decantó la crisis en el Gobierno y las Fuerzas Armadas dio el batacazo final al pedir la renuncia del mandatario.
Dos días después, la entonces senadora Jeanine Áñez se declaró, primero, titular del Senado y luego presidenta del Estado, para atribuirse una “sucesión constitucional”.
Lo hizo en sendos actos en la Asamblea Legislativa, sin quórum reglamentario ni la presencia de la bancada mayoritaria del Movimiento Al Socialismo (MAS).
La irrupción de Áñez en el poder, siendo integrante de una fuerza política, Unidad Demócrata (UD), que solo tenía el 4% de representación electoral, generó en nuevas protestas.
El 15 de noviembre, la mandataria transitoria emitió el Decreto Supremo 4078, que liberaba de delitos penales a militares y policías, para blindar la represión de las fuerzas de seguridad.
Al día siguiente, una movilización de colonizadores y cocaleros fue neutralizada a través de una represión policial-militar en el puente Huayllani, en Sacaba, Cochabamba.
Cuatro días después, el 19, similar movilización tuvo la misma respuesta represiva en Senkata, en El Alto, ante un bloqueo de la planta de combustibles.
El saldo de ambas acciones represivas fue una veintena de fallecidos a bala. Un informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), dependiente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), estableció masacres y ejecuciones sumarias.