Calles anegadas, techos desprendidos, árboles caídos, tractores volcados: la provincia de Pinar del Río quedó gravemente afectada por los vientos y las lluvias. No se han reportado muertos pero las pérdidas materiales son enormes
El paso del huracán Ian por Cuba ha sido devastador. El ciclón tropical golpeó el martes 27 desde las 4:30 de la mañana la provincia de Pinar del Río, con vientos que llegaron hasta 130 millas por hora (208 km/h), y lo arrasaron todo sostenidamente durante horas. Esta provincia, en el extremo occidental del país, es la región tabacalera más importante de la nación caribeña, y a la vez el tabaco es uno de los renglones más importantes de su economía.
Los fuertes vientos han destruido gran parte del tendido eléctrico, así como derribado árboles y estructuras. Luis González, un productor tabacalero de San Juan y Martínez, declaró que “esto es zona de desastre total”. Por facebook, la poeta cubana Yosie Crespo escribió: “En casa, en Pinar, se nos cayó el techo. Todo se ha ido”. También se reportaron daños estructurales en el hospital pinareño Abel Santamaría.
(Foto/Cortesía Yaima Díaz)El presidente cubano, Miguel Díaz Canel, llegó a Pinar del Río en la tarde y no dijo demasiado: “Los daños son grandes, aunque aún no se han podido contabilizar. Ya está saliendo ayuda de todo el país”. Para entonces la cantidad de personas sin luz en el occidente de la isla superaba el millón y medio, según la Unión Eléctrica de Cuba.
Otras provincias occidentales también se vieron afectadas por la tormenta. En Artemisa, el estadio de béisbol 26 de Julio perdió una de sus torres de alumbrado. En La Habana, el barrio Vedado vió su tendido eléctrico afectado por la caída de árboles, derribados por las fuertes lluvias y ráfagas de viento. Batabanó, un municipio pesquero en el sur de la provincia Mayabeque, sufrió grandes inundaciones.
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