La UMSA de Bolivia y la USP de Brasil probaron el uso de gasolina con mezclas de 10%, 15%, 20% y 25% de alcohol anhidro.
Walter Vásquez
Fuente: El Deber
Los resultados favorables de un estudio efectuado por las universidades Mayor de San Andrés de Bolivia (UMSA) y de San Pablo (Brasil) le dieron un espaldarazo a la intención del Gobierno de subir hasta 25% la mezcla de anhidro en la gasolina.
Tras la presentación del estudio “Impacto y perspectivas de diferentes mezclas de etanol anhidro con gasolina en vehículos de ciclo Otto”, personeros de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) “se acercaron a conversar conmigo para avisarme que habían decidido marchar hacia el 25% de manera casi inmediata”, afirmó Jaime Sánchez, director del Instituto de Investigaciones Mecánicas y Electromecánica de la Facultad de Ingeniería de la UMSA.
El objetivo está claro para el Gobierno, que un cuarto de la gasolina que se comercializa en el mercado interno tenga alcohol anhidro, como lo anticipó en agosto de 2019 el entonces viceministro de Industrialización, Comercialización, Transporte y Almacenaje de Hidrocarburos, Humberto Salinas
El estudio fue elaborado de manera conjunta con el Laboratorio de Desarrollo de Tecnologías Limpias de la Universidad de San Pablo a solicitud del Ministerio de Hidrocarburos y Energías, YPFB y la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH).
Las pruebas en mezclas con 10%, 15%, 20% y 25% de alcohol anhidro mostraron el incremento en la potencia del motor, mejora del torque, mantenimiento del flujo de combustible y disminución “importante” de gases de efecto invernadero.
“No se ha detectado ningún deterioro ni daño sistemático por el uso de alcohol anhidro”, remarcó Sánchez, uno de los coordinadores del estudio, el cual se inició en 2018, se suspendió por los conflictos sociales de 2019 y la pandemia, y concluyó en los últimos meses.
Otros efectos inmediatos y de alto impacto para el país por el uso de estas mezclas son el cambio progresivo de la matriz energética nacional; la reducción de las importaciones de gasolina y de su posterior subvención, lo que generará un considerable ahorro de divisas y la estabilidad de las Reservas Internacionales Netas; y el fortalecimiento del sector agrícola, principalmente de la producción de caña de azúcar
Al momento, casi la totalidad del parque automotor nacional usa gasolina con mezcla de entre 8 y 10%, aunque también se puede encontrar el combustible con una mezcla del 12% (Super Etanol 92).
Con cambios a la normativa vigente, emplear un porcentaje del 25% en el mercado nacional es “totalmente posible”, incluso es factible usar una proporción mayor a esa, lo cual sí requerirá de una evaluación de la tecnología de los vehículos que se importan, indicó Sánchez.
“El uso de gasolina con un porcentaje de entre 15 y 25% de alcohol le puede generar al Estado un ahorro mayor a los $us 250 millones cada año”, destacó.
El convenio entre la UMSA y la USP seguirá con la medición del impacto en mezclas del 50% y con el desarrollo de estudios similares en el área del agrodiésel. El objetivo es apoyar el desarrollo energético nacional y parar la “sangría financiera y económica que resulta de subvencionar tan altos consumos de combustibles”, sostuvo el director del Instituto de Investigaciones Mecánicas y Electromecánica.
La producción de etanol es “una alternativa energética real» frente al «gas que se está agotando muy rápidamente», apuntó.