Gobierno calcula que el 80% del combustible desviado alimenta actividades ilegales dentro de Bolivia

La cantidad total de diésel y gasolina que se destina a actividades ilícitas y al contrabando representa al menos un 5,6% de la demanda nacional, de acuerdo con datos oficiales.

Walter Vásquez

Franklin Molina en entrevista con medios estatales. Foto: MHE
Franklin Molina en entrevista con medios estatales. Foto: MHE

Fuente: El Deber

El Gobierno calcula que al menos 250 millones de litros de diésel y gasolina se desvían del mercado formal y que de esa cantidad el 80% se destina a actividades ilegales dentro de Bolivia, en tanto que el 20% restante sale a otros países vía contrabando.



En entrevista con medios estatales, el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, indicó que entre estas actividades ilícitas están la minería ilegal y el abastecimiento de autos indocumentados, mientras que el Viceministro de Lucha contra el Contrabando, general Daniel Vargas, dijo el viernes pasado que el narcotráfico también demanda estos productos.

Con las acciones de este plan, se prevé “un ahorro de $us 250 millones este año”, dijo la autoridad.

El ministro brindó esta información en el marco de la implementación de la nueva Política Nacional de Control y Lucha Contra el Contrabando de Combustibles, en la que participan los ministerios de Hidrocarburos y Energías, de Defensa, de Gobierno y de Economía y Finanzas Públicas. Esta política involucra modificaciones a la normativa y mecanismos rigurosos de control a los surtidores y a los grandes y pequeños compradores.

El desvío de combustibles no solo causa un daño económico al Estado sino que ocasiona la “fuga de divisas” de Bolivia. Si continúa esta situación “se puede inviabilizar al país”. Estas acciones “se deberían haber tomado en su momento”, subrayó el ministro.

Los 250 millones de litros de combustibles que se desvían del mercado legal representan el 5,6% de la demanda nacional, según información del Ministerio de Hidrocaburos y de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

Fuente: El Deber