Las nuevas construcciones también están ocupando las áreas verdes del camposanto.
En las últimas semanas, numerosos mausoleos nuevos se han construido en el Cementerio General de Cochabamba reemplazando a las criptas antiguas, además ocupan las áreas verdes.
Se trata de mausoleos y criptas notificadas que no fueron reclamadas por sus familiares y, entonces, fueron adjudicados a nuevos dueños.
El Cementerio General de Cochabamba fue declarado Patrimonio Cultural por dos leyes, una departamental y otra municipal, por lo que las criptas también reciben esta denominación. Ahora, no existen más.
Especialistas en patrimonio de la Red de Cementerios Patrimoniales estiman que, en los dos últimos años, se han construido alrededor de casi mil mausoleos nuevos (que están vacíos) y todos tienen una misma característica arquitectónica fácil de identificar. En ese sentido, se destacan por una parte por el uso al ingreso de columnas delgadas de secciones circulares revestidas de material plateado, la totalidad del mausoleo es revestido con porcelanato de tonalidades claras y oscuras, utiliza puertas de vidrio transparentes sobre marcos de aluminio, algunos tienen un remate en forma triangular, circular y otros rectos, combinando además franjas de porcelanato de color más oscuro para contrastar el claro utilizado en toda la edificación o viceversa.
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Todos estos mausoleos tienen un diseño similar, parecería como si estuviera realizado por el mismo proyectista. Del mismo modo, estas edificaciones contrastan con las edificaciones que tenía todo el Cementerio General de Cochabamba y que, en su mayoría, se identificaban por ser de estilos de diferentes etapas de la historia de la arquitectura y sus diseños tenían características sobrias.
Según el reglamento 4626/2013 Articulo 12 (De los Mausoleos Familiares), que los denomina como «construcciones elevadas», señala que en ningún caso tendrán una superficie mayor a 12 metros cuadrados, situación que ha permitido la aparición mausoleos de tamaño más reducido sobre terrenos que antes contenían criptas o cementerio jardín.
Asimismo, al no haber espacios para edificar más mausoleos, la alcaldía habría habilitado áreas verdes para ser loteadas. En ese sentido, actualmente se desarrolla un gran movimiento de albañiles y material de construcción en todo el cementerio.
Arquitectos aseguran que las áreas donde se están edificando los nuevos mausoleos no cuentan con una planificación ordenada y que se habría optado por una ocupación improvisada, donde los pasillos de circulación son reducidos, dando un mal aspecto al conjunto del camposanto, que ya tenía una estructura consolidada a través de dos siglos de existencia.
Así, durante las gestiones 2021 y 2022, el Cementerio General ha cambiado casi por completo su aspecto, pasando de ser un espacio lleno de edificaciones patrimoniales y enterratorios de difuntos en todos sus bloques, mausoleos y criptas, contando con amplias y enormes áreas verdes que favorecen a su estructura, para lucir ahora nuevo, vacío, con reducidas y casi ya inexistentes áreas verdes. Los bloques a perpetuidad están casi vacíos, quedando pocos mausoleos y criptas antiguas.
En una nota de prensa de la Alcaldía, la administradora Lilian Scott expresó que todo lo retirado referente a las lápidas es considerado para la administración del Cementerio «basura», aunque especialistas en Patrimonio Funerario de países como España, Argentina, Chile y Colombia expresaron que las «lápidas» son consideradas a nivel mundial un importante «patrimonio artístico funerario» por las características estéticas que presentan, así como el material usado; pero también como documento histórico porque contiene los datos de una persona que fue parte de una comunidad y estos datos son una fuente importante de investigación para los científicos e historiadores, pero principalmente son la memoria de un pueblo.
La administradora, según la nota de prensa, también pidió a familiares de los cuerpos exhumados de oficio que ocupaban los almacenes del cementerio en una zona que denominó «el lado oscuro del cementerio», que fueran a recoger sus «cosas». En este aspecto, activistas observaron que falta una actitud ética con respecto al manejo adecuado y respetuoso de los restos óseos de los fallecidos, indicando que los mismos corresponden a alguien que en el pasado «tuvo vida y fue una persona».
Ante esta situación, desde la Red de Cementerios Patrimoniales señalan que existe legislación vigente que protege el patrimonio funerario por la antigüedad que presenta y como documento histórico, sumada a una declaratoria de patrimonio departamental y municipal. Se trata de la Constitución Política del Estado, Ley de Patrimonio Cultural 530 y su complemento Nro 1220, Ley de declaratoria Departamental 868/2018 y la Ley de Declaratoria de patrimonio Municipal Nro 503/2019.