La mañana de este martes, la dirigencia de los ganaderos del país entregó una carta al ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Remmy Gonzales, con quien buscan reunirse y explicarle la necesidad de que no se paralice la vacunación al ganado bovino contra la fiebre aftosa.

El presidente de la Confederación de Ganaderos de Bolivia (Congabol) y de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), Adrián Castedo, aseguró que no existen condiciones técnicas para paralizar la vacunación, ya que podría afectar a la producción de carne de res y por ende a la economía nacional.

“Un brote de aftosa, sin vacuna, es un desastre para el país, porque implica que tiene que paralizarse el movimiento de animales, considerando que de Santa Cruz sale el 65%  de la carne para todo el país y sale el 100% para las exportaciones; entonces, sería catastrófico para el sector ganadero y también para la economía”, analizó Castedo con La Razón.

La pasada semana, el director general del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), Javier Suárez, aclaró que la determinación de suspender la vacuna contra la fiebre aftosa en Santa Cruz y en una parte de Cochabamba es “netamente técnica y científica”.

Explicó que Pando y el altiplano (parte de La Paz, Oruro y Potosí) se encuentran certificados por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) como libres de fiebre aftosa sin vacunación. Y el resto del país está certificado, desde 2014, como libre de esa enfermedad con vacunación.

Mientras que Beni y el norte de La Paz, a finales de este mes, en ocasión de la Asamblea General de delegados de la Organización Mundial Sanidad Animal, recibirán la certificación de libres de fiebre aftosa sin vacunación.

Al respecto, Castedo aseguró que desde el Senasag “no se está manejando con buena información”, por lo que consideró que no existe un buen asesoramiento el tema de la vacunación contra la fiebre aftosa por lo que “creemos que se debe analizar con mucho cuidado”.

Recaudos

Además, aseguró que, en caso de paralizar la vacunación, no se toman recaudos para incrementar la vigilancia, mayor personal para ese trabajo, no se cuenta con un presupuesto, no se conoce si existe un fondo para indemnizar en caso de un brote ni tampoco existe un banco de vacunas para atender la emergencia si se presentara.

“Es una decisión que está fuera de reglamento de sanidad animal y en ese sentido tiene que volver al cauce reglamentario y todo sistema sanitario es público-privado, no es que la autoridad pública defina; no funciona así”, sostuvo Castedo.

Desde 2018, en Beni, La Paz, parte de Chuquisaca y Tarija se levantó la vacunación de manera progresiva porque toda la evidencia técnica y científica de que si existía circulación o infección de la fiebre aftosa fue descartada.

Según el Senasag, el ciclo de vacunación contra esa enfermedad para abril y mayo solamente establece la inmunización a 3.930.000 animales, tomando en cuenta que se tomó muestras de sangre a animales de manera anual para estar seguros de que no hay circulación viral.