Alertan que planta Gran Chaco opera al 16% y va en declive por falta de gas

La planta separadora de líquidos Gran Chaco, en Yacuiba, Tarija. | APG

La planta separadora de líquidos Gran Chaco, en Tarija, que demandó una inversión de 695 millones de dólares, opera al 16 por ciento de su capacidad para producir GLP debido a la reducción de volúmenes de gas enviados a Argentina. Conforme el flujo de hidrocarburos al sur caiga, se proyecta que la millonaria obra se convierta en un elefante blanco o sea modificada para operar de forma inversa.

Fuente: lostiempos.com

En agosto de 2015, hace casi ocho años, el Gobierno de Evo Morales inauguró esta planta con la promesa de que procesaría hasta 32,2 millones de metros cúbicos al día (MMm3d) de gas natural y generaría 2.247 toneladas de GLP y 3.144 toneladas de etano, además de 1.658 barriles de gasolina natural.



El Gobierno proyectaba ingresos de 500 millones de dólares anuales por la exportación de GLP, y también se había anunciado el desarrollo de industrias para fabricar plásticos.

La iniciativa fue positiva en el sentido de que anteriormente Bolivia exportaba gas rico en hidrocarburos líquidos que después eran aprovechados en Argentina sin pagar por ellos, opinó el investigador en Energía de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez.

“El problema es que esta planta depende del volumen de exportación de gas natural para extraer líquidos”, añadió.

En 2006 se había planeado exportar a Argentina un mínimo de 23 MMm3d y un máximo de 27 MMm3d. Sin embargo, en abril de este año se exportó sólo 5 MMm3d, señaló Velásquez.

En este contexto, la planta Gran Chaco funciona con ese volumen, apenas un 16 por ciento del potencial para el que fue construida.

“Esto hace que entre menos gas natural a la planta y, por lo tanto, la cantidad de licuables que se extraen también es menor, ha disminuido. Sin duda, ahí la planta no está operando a capacidad plena”, apuntó el investigador.

En la misma línea, la experta en hidrocarburos Susana Anaya resaltó que la subutilización de la planta Gran Chaco podría empeorar con el declive de producción nacional y la intención de Argentina de cortar las importaciones del gas boliviano el próximo año.

“La planta está funcionando por debajo de su capacidad porque ya no hay gas para exportar y porque Argentina en 2024 ya va a cortar totalmente las importaciones de gas boliviano”, manifestó.

Futuro de la planta

Los Tiempos intentó conocer la posición de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) sobre la situación de la planta Gran Chaco y su futuro ante el notorio declive de producción gasífera; sin embargo, hasta el cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.

En marzo de 2019, el Gobierno de Morales informó que se había recuperado la inversión realizada en la planta Gran Chaco (695 millones de dólares) y en la primera planta separadora de líquidos que fue construida: Río Grande, en Santa Cruz (191 millones).

“Si sumamos lo que hubiésemos erogado por la importación (710 millones),más los ingresos generados por la exportación (entre 2013 y 2018 fueron 194 millones), son 904 millones de dólares; es decir la inversión en ambas plantas fue cubierta”, dijo en aquella oportunidad el entonces ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez.

Así, surge la duda de qué ocurrirá con la planta Gran Chaco ahora que es subutilizada.

Anaya consideró que el costo que implica llevar gas natural hasta Yacuiba (ubicación de la planta) para extraer GLP, sin que después se vaya a exportar el gas seco remanente, quizás no sea justificable y convenga apostar por la importación de este producto, como ocurría años atrás.

Velásquez dijo que se tendrán que realizar estudios para determinar qué es lo que más le conviene al país económicamente. Es posible que la planta deba ser readecuada a un alto costo para que extraiga líquidos del gas que Bolivia con probabilidad comience a importar desde Argentina.

“Lo cierto es que el sentido de esta planta era separar los componentes líquidos asociados al gas en territorio boliviano antes de su exportación. Y si Bolivia deja de exportar ese gas pierde sentido y habría que evaluar para adelante qué otro uso se le puede dar”, apuntó el investigador.

Tan sólo promesas

Cuando la planta Gran Chaco entró en funcionamiento, además de asegurar que procesaría al menos 30 MMm3d, se indicó que sería la base para construir otras dos plantas para producir plásticos blandos (etileno-polietileno) y duros (propileno-polipropileno). Sin embargo, estos proyectos no se concretaron y difícilmente se harán realidad debido a la caída de la producción gasífera.

“Ninguno de los dos proyectos se llevó a cabo, aunque sí se gastó en estudios preliminares y luego no se hizo nada”, señaló la investigadora.

Cabe recordar que la empresa italiana Tecnimont realizó desde el año 2012 los estudios preliminares para la construcción de ambas plantas por un total de 8 millones de dólares.

La diputada por Tarija, Luciana Campero, manifestó que lo que ocurre con la planta Gran Chaco “demuestra la incapacidad del Gobierno para buscar nuevas fuentes de hidrocarburos, pero sobre todo muestra que adjudicar la construcción de estos proyectos ánicamente beneficia al MAS por coimas”.

La producción de gas cayó en 33%

La producción de gas en el país cayó considerablemente en los últimos años, de alrededor de 60 MMm3d en 2014 a 40 MMm3d en 2022, lo que implica una reducción de 33 por ciento.

Esto se debe principalmente a la falta de exploración de nuevos yacimientos.

Fuente: lostiempos.com