La reglamentación de la Ley de Movilidad Urbana señala que el 40 por ciento de los pasajeros deben ir sentados y los demás tienen que viajar con la seguridad de estar bien sujetados para ir de pie. Sin embargo, la gente dice que hay mucha saturación
Juan Carlos Fortún
Fuente: https://eldeber.com.bo
En muchas ocasiones ha tocado subir al micro a empujones para no seguir esperando, principalmente en horario pico. Carmen comenta que el viernes subió a uno que la trasladó desde el mall Ventura hasta la avenida Cumavi y tuvo que darse modos para acomodarse junto a la puerta, porque todos estaban llenos y ya se hacía tarde, así que no le quedó más opción que apretarse entre los pasajeros.
Señala que no fue la última en subir, porque el chofer continuaba alzando pasajeros y obligaba a la gente a acomodarse, pues todos querían retornar a sus hogares.
Indica que esta no es la única experiencia, porque en muchas ocasiones se ha transportado en las mismas condiciones.
Lo mismo comentan estudiantes y universitarios que aseguran que llegan tarde a clases y deben ir colgados de los sujetadores, a expensas de caerse, porque a veces la saturación es tal, que no da ni para cerrar la puerta.
Pablo Gómez, un estudiante universitario, asegura que es muy desagradable ir “como sardina”, todo apretado en los micros. “En dos ocasiones, por ir amontonado, he visto que a unos pasajeros les robaron sus objetos de valor”, contó.
La gente reclama por el mal servicio que prestan los micreros. Los pasajeros reniegan porque, por un lado, los necesitan, pero por otro exponen sus vidas por el ritmo desenfrenado con el que circulan por la ciudad.
La gente se queja porque la mayoría no respeta las pocas paradas que existen en la ciudad, arrancan la marcha cuando el semáforo aún no está en verde, cuando el pasajero no ha terminado de bajar o se permite que la gente suba cuando el vehículo no está bien estacionado.
Este panorama ocurre en muchas arterias de la ciudad, lo que contribuye al caos vehicular, que pone los pelos de punta, tanto a los usuarios, como a los conductores. Muchos de los que van al volante evitan circular cerca de un micro porque no saben en qué momento se detendrá o hará maniobras peligrosas
La Ley de Movilidad Urbana, en su reglamentación vigente desde el mes pasado, establece que los micros y buses de menor capacidad, de 1 a 29 pasajeros, como los de mediana capacidad, de 30 a 59 pasajeros, deben llevar el 40 por ciento de los pasajeros sentados. Cada vehículo deberá contar con un equipo de rastreo digital georreferenciado y brindar seguridad a los pasajeros.
Al momento de registrar el vehículo de servicio de transporte público urbano, el Registro Único de Administración Tributaria (RUAT) indicará la cantidad de pasajeros que debe llevar sentados y parados, según la modalidad y el tamaño.
En pandemia, incluso se obligó a los micros a llevar solo pasajeros sentados.
En horarios pico
En un recorrido realizado por EL DEBER se observó que esta saturación se evidencia en distintas zonas en los horarios pico, donde es frecuente ver pasar a los micros excediendo el máximo de su capacidad, porque los pasajeros van amontonados, incluso algunos se arriesgan a ir colgados de la puerta.
En la mayoría de los casos, el conductor aprovecha todo el espacio que tiene dentro del vehículo para atestarlo de pasajeros y cerrar la puerta, porque está prohibido que los vehículos circulen con la puerta abierta y los pasajeros colgando, ya que son pasibles a sanciones.
El dirigente del transporte urbano, Mario Guerrero, señala que en ninguna ciudad del mundo está prohibido que el pasajero vaya de pie en los micros, porque son tramos cortos.
“Está permitido en el transporte urbano que el pasajero pueda ir de pie, eso no solamente ocurre en Santa Cruz de la Sierra sino también en otras ciudades del mundo porque son viajes cortos”, justificó Guerrero.
Señala que ocurre lo contrario si se trata del transporte intermunicipal e interdepartamental, donde todos los pasajeros deben ir sentados.
También recordó que está prohibido que los pasajeros viajen colgados de la puerta del vehículo, situación que es sancionada por la Policía y también de forma interna en las líneas. “Antes era frecuente ver personas colgadas, pero ahora eso está prohibido”, dijo Guerrero.
El director de Planificación y Autorización de la Operación del Transporte y Vialidad de la comuna cruceña, Marco Franco, señala que la capacidad de pasajeros que tienen los micros la determina el RUAT y no el municipio.
“El RUAT le dice qué cantidad de pasajeros debe llevar cada motorizado. Por ejemplo, para un auto establece que su capacidad es de cuatro o cinco personas, mientras que el de una vagoneta llega a seis o siete personas, entonces no deben exceder la cantidad permitida”, explicó Franco.