Los servicios de rescate todavía trabajan en la zona para localizar a las personas que se encuentran desaparecidas. Solo tres de las víctimas, que podrían aumentar, han sido identificadas y se desconocen las causas de un suceso cuya investigación se presume larga y compleja
Los bomberos sacan un cádaver de la discoteca de Murcia en la que se desató el incendio. AP
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El fuego se declaró en torno a las 6.00 horas en la sala Fonda Milagros para extenderse a continuación a otros dos locales contiguos, Teatre y Gonden. Las primeras llamadas alertando de las llamas no se hicieron esperar y rápidamente se desplazaron hasta la zona varias dotaciones de bomberos –que sofocaron el fuego en torno a las 10.00 horas–, así como ambulancias medicalizadas y de transporte para atender a los heridos. Aunque de inicio todas las sospechas apuntaron a la sala Teatre, un local que ya en 2009 tuvo que ser desalojado por un incendio que no provocó daños personales, finalmente la Policía informó de que el fuego se desató en la Fonda Milagros. Se desconocen las causas que provocaron las llamas y la investigación, que se antoja larga. “Es pronto para saberlo; está en manos de Policía Científica y Judicial”, dijo el jefe del Servicio de Bomberos de Murcia
Terror en la primera planta
Con mucho todavía por esclarecerse, una de las pocas certezas a las que han llegado las autoridades es que lo peor de la tragedia se vivió en la primera planta de La Fonda, donde han sido encontrados 11 de los cuerpos sin vida. Allí, en una zona de reservados, un grupo se había reunido para celebrar el cumpleaños de Eric Hernández, un joven nicaragüense que había congregado a nueve amigos y familiares. “El techo de la discoteca se vino abajo”, relató a La Opinión de Murcia una de las personas que consiguió escapar del horror.