Palabras que arrancan lágrimas

El último texto aquí publicado por Luz Marina Canelas Arce, me ha puesto mal. Es que sus palabras, una confesión de valiente sinceridad, arrancan dolor tremendo para quienes, como este cronista, tienen su historia modestamente ligada al gran diario de los tres grandes fundadores, Demetrio, Carlos y Julio César Canelas, obra que ha perdurado 80 años, parte viva de la historia de Bolivia. Obra que sucumbe sólo por obra de la traición, del puñal clavado en la espalda de esa mujer valiente, «guerrera» como se titula, y que luchó sin pausa para mantener en pie la obra de esos tres colosos, y de varios de sus seguidores que resistieron a la tentación de masistas incorporados, nada menos en el plantel de accionistas de la empresa. Lo que más me duele es «la traición familiar» y la forma mañosa, sorpresiva, artera con que procedieron los Judas, colocando el dinero por encima de todo otro valor. Vendieron el tesoro por 30 monedas, y lo hicieron a escondidas.

¿Hace ya tiempo un amigo palestino me confesó que «los hermanos están divididos» unos quieren vender la heredad, incluyendo la casona que continuaban ocupando la misma en que vivió Don Carlos sus últimos años, otros que preferían tener dinero contante y sonante ¿para hacer negocios, negocios? Sí. Con gente del Gobierno interesada en ceder «su poder» el poder de la vigorosa expresión de ideas que Los Tiempos lideró, lidera a nivel nacional.



Para «los comerciantes del entorno familiar» resultó muy fácil la elección. Si Alfonso Canelas me confesó «el MAS ha penetrado la redacción con saboteadores del orden interno, formando una célula masista, el mismo MAS penetró en el cuerpo accionario y con el secreto, sucio poder oficial, infectó LT al punto que ganó a los más ambiciosos desde dentro.

Luz Marina tienes padres maravillosos y tus hijos y algunos de tus parientes de tu parte. El daño es tremendo, parece ser que «ellos los negociantes políticos desde dentro del círculo propietario ganaron la batalla. ¿Será posible que te hubiesen dejado sola? Difícil de creer, confío en la Justicia Divina, creo SÍ en «tu conciencia limpia y tranquila», pero somos humanos y tenemos flaquezas, pero también tenemos esperanza y fe en el triunfo del Amor sobre la Mentira. Un abrazo fraterno de todos los míos que sienten como yo, el dolor de la traición y el sucio poder de la ambición.