Milei, los globalistas y Bolivia

Me refiero al discurso de Javier Milei en Davos, su descripción de los Estados fallidos, la demagogia, el «facilismo» de los populistas, las falsas soluciones que sólo empeoran la situación, los pobres resultan aún más pobres, y el aparato estatal profundiza sistemas de corrupción y envilece a los trabajadores.

El tema es extenso y casi imposible abordarlo en un texto de 600 palabras, por ello intentaremos una síntesis en al menos dos visiones. La primera.



La Revolución de Abril significó toda una esperanza para los bolivianos. «Al fin las minas son nuestras y esta riqueza beneficiará a Bolivia» la gran promesa que no puso ser cumplida. Las empresas mineras se transformaron en deficitarias, los minerales cayeron en la bolsa de valores, fue algo paulatino al punto que COMIBOL invertía más en salarios y otros, que en recuperar los costos de producción. Bolivia tuvo que pagar un alto precio por la nacionalización, el «control obrero» se puso al frente de los emprendedores que fueron perdiendo autoridad en las 16 unidades empresariales de COMIBOL. La indemnización pactada con «los barones del estaño» succionó lo poco que podía llamarse «utilidades» y vino la inflación, el crecimiento del Estado, cuarteles, escuelas, hospitales y caminos, mayor burocracia obligaron a subvencionar alimentos y otros grandes insumos, al cabo del primer período del MNR, el Tesoro se agotó, VPE se marchó a Londres como Embajador y Siles tuvo que poner la cara ante la nueva realidad, «la estabilización» fue un intento de achicar el Estado que por cierto había crecido, fue un freno al desarrollo y volvió VPE a reponer subvenciones, subsidios, concesiones a la COB, que a grandes pasos creció de tamaño frente al Estado, VPE se prodigó para repetir su mandato que terminó a las pocas semanas de ganar las elecciones frente a falanges surgidas del mismo MNR y la ambición de sus líderes.

Ascendió al trono el dueto Barrientos Ovando, con visiones opuestas de gobernar. Murió Barrientos en un accidente de aviación nunca investigado a fondo y quedaron los militares turnándose en la Administración.

La ineptitud de los uniformados, pese al esfuerzo patriótico de algunos jefes, llevó al retorno de Siles Zuazo que repitió el populismo, subvenciones, concesiones, equilibrio entre el tira y afloje hasta decretar la peor inflación de la historia del Continente. Tras de los militares los civiles, entre ellos Banzer que cedió la silla a VPE y su clamoroso «Bolivia se nos muere» detener la vorágine y el 21060 de la NPE, corte de las subvenciones, freno al populismo, austeridad suprema, un preludio a las medidas que reclama para Argentina Javier Milei. VPE con el soporte general detuvo la debacle… pero no completó su programa, se quitaron algunas subvenciones, desaparecieron los emprendimientos del Estado, pero no se cortó la burocracia, entre el pago de la deuda y sueldos a soldados, carabineros y empleados públicos, la ausencia de una fuente de ingresos como resultó más tarde siendo el gas natural y la mejora en el precio de los minerales, con el asalto al poder de la horda «masista» se produjo el «retorno a las viejas mañas» burocracia, derroche y una curiosa alianza con el narcotráfico. Se terminó la NPE de VPE y la vuelta de un agresivo crecimiento del Estado, excesivo gasto público, derroche en «elefantes blancos», errada política financiera y «la gasificación» o sea «el esfumarse en el aire» de cuantiosos recursos que obligó (Gobierno de Luis Arce) a retomar el endeudamiento, levantar empresas improductivas, subvencionar los combustibles y restituir el derroche con gastos insulsos. Total, así estamos de vuelta al embuste de siempre, promesas incumplidas, crecimiento de funcionarios parásitos y unidades improductivas, o sea la pérdida del patriotismo, la proliferación de la mentira y el reinado de la demagogia que combina injusticia y ausencia de Democracia en la Administración. Es triste y dramático el futuro que aguarda a Bolivia. No aprendemos, lo de Milei aparece como un fantasma difícil de espantar.