El canciller de Uruguay evaluó que Venezuela «se consolida como una dictadura»

El gobierno de Luis Lacalle Pou considera que el proceso electoral venezolano se desvirtuó por completo luego de que Corina Yoris no pudiera inscribirse para el acto eleccionario del 28 de julio

El canciller uruguayo, Omar Paganini (Presidencia)

El canciller uruguayo, Omar Paganini (Presidencia)



 

Fuente: infobae.com

(Desde Montevideo, Uruguay) La inhabilitación de la candidata de la opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD) de Venezuela, Corina Yoris, no hizo más que confirmarle al gobierno uruguayo de Luis Lacalle Pou que el régimen de Nicolás Maduro es una dictadura. Así lo ratificó el canciller de Uruguay, Omar Paganini, tras la declaración conjunta de un grupo de siete países de América Latina que realizaron una fuerte condena al bloqueo del chavismo a la principal aspirante opositora.

“Dejaron inscribir a algunos candidatos que, evidentemente, el régimen venezolano no tiene preocupación de que puedan juntar un caudal de votos, pero no a los que significan un riesgo. De manera que el proceso electoral venezolano se ha desvirtuado por completo y, salvo que estas cosas se revierta, no admite ninguna sorpresa y también indica que Venezuela se consolida como una dictadura, que se aleja de cualquier práctica democrática posible”, dijo Paganini este martes en una rueda de prensa.

Consultado sobre si Uruguay va a reconocer el resultado electoral del acto previsto para el 28 de julio, el canciller señaló que eso se verá en otro momento. “Viene muy distorsionada la situación. Las elecciones son para que la gente elija entre alternativas y no para que elija lo que el gobierno de turno quiere. Esta no es la actitud del régimen venezolano y, por lo tanto, se consolida en una práctica dictatorial”, insistió Paganini.

Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en un acto en el Palacio Miraflores, en Caraca (REUTERS/Leonardo Fernandez Viloria)

Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en un acto en el Palacio Miraflores, en Caraca (REUTERS/Leonardo Fernandez Viloria)

El ministro de Relaciones Exteriores uruguayo aseguró que el Acuerdo de Barbados parecía ser una salida democrática para Venezuela pero, sin embargo, “cada paso” que da el gobierno lo “aleja” de esa posibilidad.

Paganini resaltó el diálogo “fluido y rápido” que hubo entre los gobiernos de los países para llegar al texto de condena. El canciller aseguró que las estrategias de las administraciones que no se sumaron a la declaración son “respetables” y destacó la que siguió la gestión chilena, que el jueves anterior emitió una declaración con críticas al régimen venezolano. Otros países, señaló, prefieren tener un “diálogo discreto” con Venezuela, como el gobierno de Brasil.

“Nosotros entendimos que teníamos que alzar nuestra voz junto con muchos otros países en una situación crítica que eran los plazos que había para dejar inscribir a una candidata. Al final, lamentablemente, se cumplieron los peores pronósticos y no se la dejó inscribir”, agregó.

El presidente uruguayo Luis Lacalle Pou estuvo en contacto con otros mandatarios de la región para emitir una declaración de condena (EFE/ Gastón Britos)

El presidente uruguayo Luis Lacalle Pou estuvo en contacto con otros mandatarios de la región para emitir una declaración de condena (EFE/ Gastón Britos)

Previo a emitir la declaración, el presidente Lacalle Pou mantuvo contacto con varios presidentes de la región y Paganini hizo lo mismo con sus cancilleres respectivos, informó El País este martes. El éxito fue dispar porque el objetivo inicial era que estuvieran incluidos en la condena otros pesos pesados que tienen relaciones más cercanas con Venezuela como México y Brasil. La respuesta de estos gobiernos fue que se entendía la preocupación, pero que preferían seguir por otro camino.

El comunicado conjunto finalmente fue firmado por Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú y Uruguay. “Esta situación, junto a las inhabilitaciones previas que han sido de dominio público, agrega cuestionamientos sobre la integridad y transparencia del proceso electoral en su totalidad. Estas restricciones impiden el avance hacia elecciones que permitan concretar un proceso de democratización en la hermana Venezuela”, decía el texto conjunto.

Finalmente, el gobierno de Lula da Silva siguió otro camino pero terminó expresando su “preocupación” por el desarrollo del proceso electoral en Venezuela y aseguró que los “impedimentos” para la inscripción de la candidatura de Yoris “no es compatible con los acuerdos de Barbados”.

“Brasil está listo para, en conjunto con la comunidad internacional, cooperar para que el pleito (electoral) anunciado para el 28 de julio constituya un paso firme para que la vida política se normalice y la democracia se fortalezca en Venezuela”, dice el texto.

El gobierno de Colombia, también cercano al régimen de Nicolás Maduro, expresó su preocupación por el desarrollo del proceso electoral en el país caribeño.