El abogado de Claudia Rodríguez señala que el exministro debe responder por una red de extorsión de su ministerio
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Boris Bueno Camacho / La Paz
El abogado Álvaro La Torre, defensa legal de Claudia Liliana Rodríguez, ciudadana colombiana procesada por el supuesto delito de legitimación de ganancias ilícitas relacionada con Jacob Ostreicher, pidió la comparecencia del exministro de Gobierno, Carlos Romero, para que declare ante el juzgado sobre este caso que fue abierto en su gestión en calidad de testigo y no de denunciado.
El jurista informó que solicitó el concurso de Romero para que informe sobre una supuesta red que operaba desde su cartera de Estado a la cabeza de Fernando Rivera Tardío, exasesor legal en la gestión de la exautoridad y perpetró múltiples extorsiones a su defendida desde la Dirección Jurídica del Ministerio de gobierno, a cambio de favorecerla con medidas sustitutivas y otros beneficios.
“La tesis de la defensa es que si no hubiese habido la red de extorsión el caso de legitimación no existía, porque se demostró que todo el dinero llegó vía banco, por Swift, (…) todo el trayecto de este dinero está absolutamente claro y la señora Claudia Rodríguez tenía el perfil y podía llevar el dinero, en realidad no hubo una irregularidad”, aseguró.
Según La Torre, Rivero Tardío “operaba en las narices del exministro”, aspecto que genera duda en cuanto al desconocimiento que aduce Romero sobre las actividades del exasesor jurídico y que debe ser también dilucidado con la declaración como testigo en la audiencia que se llevará a cabo este jueves en la capital oriental.
“Esta es una de las razones por las que está citado Romero, el señor Fernado Rivera Tardío fungía como director de asuntos jurídicos del Ministerio de Gobierno, es decir, era el abogado principal del ministro de Gobierno; (…) la red de extorsión se desarticuló el año 2012 y la acusación se hizo el 2013 mientras seguía Romero como ministro, entonces él debería tener un conocimiento respecto a qué es lo que hacen sus subordinados”, apuntó.
Foto: captura pantalla
Recordó además que Fernando Rivera Tardío evitó que Ostreicher y Rodríguez se acojan a las medidas sustitutivas para poder precautelar sus bienes y en ese ínterin se procedió al robo, porque desapareció una cosecha valuada en 10 a 12 millones de dólares; por ello -dijo- la fiscalía detectó que una parte de la red se dedicaba a mantener a los acusados en la cárcel y la otra, a hacer desaparecer los bienes.
Por otra parte, el abogado señaló que por una actitud de prejuicio hacia las mujeres se identifica al estadounidense Jacob Ostreicher como el dueño de todo el conglomerado de empresas que fue levantado en Santa Cruz; sin embargo, quien en realidad era la propietaria legal era su defendida, Claudia Liliana Rodríguez, que fue la promotora de los proyectos agropecuarios.
“La señora Rodríguez creó un grupo empresarial, creó un foco de desarrollo en la provincia Guarayos, logró en el lapso de 17 meses empezar con 1.200 hectáreas de arroz y llegó a las 4.800 hectáreas, era un proyecto agropecuario de mucho rendimiento; el señor Ostreicher se hace ver como si fuese el dueño de todo cuando en realidad no tiene más que una empresa denominada Coliagro que en libros vale 70 mil bolivianos”, refirió.
El caso Ostreicher se remonta al año 2012, cuando se descubrió una red de funcionarios del Ministerio de Gobierno que extorsionaba al empresario estadounidense Jacob Ostreicher, a su administradora Claudia Liliana Rodríguez y otras personas acusadas por presuntos vínculos con el narcotráfico y legitimación de ganancias ilícitas.