Con excepción de 2021, la economía de Tarija, el principal departamento productor de hidrocarburos, registra tasas de crecimiento negativas a partir de 2015 y las exportaciones han caído en 3.601 millones de dólares desde 2014, cuando marcó un récord de ventas.
A pesar de todo, el Ministerio de Economía destaca la estabilidad de precios que existe en la región, creación de nuevas empresas, mayores recaudaciones tributarias, incremento en la facturación de restaurantes y supermercados e inversión pública.
Datos oficiales analizados por el Colegio de Economistas de Tarija, dan cuenta que el Producto Interno Bruto (PIB) de este departamento, en 2013 alcanzó 11,15%, pero en 2015 la tasa fue negativa en -2,73%; al año siguiente, -6,15%; en 2017, de -3,66%; en 2018, de -4,37%; en 2019, de -5,97%, y en 2020, de -10,59%.
En 2021 registró una recuperación y la economía departamental creció en 2,53%, pero en 2002 decreció en -6,22%. No se tiene aún cifras de 2023.
¿Cómo está el movimiento económico en Tarija en la actualidad? El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, señaló que la situación es mala y con tendencia a empeorar, porque hay menores ingresos por regalías, Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), debido al descenso en la producción de gas natural.
Recordó que durante la época de bonanza hidrocarburífera, Tarija llegó a administrar aproximadamente 6.000 millones de dólares, pero este dinero en su mayor parte se dirigió al gasto y no a la inversión productiva.
“Eso se refleja en que no se establecieron polos de desarrollo, no se industrializó a gran escala y menos se diversificó nuestra economía, continuamos dependiendo de gran manera de la renta petrolera”, precisó Romero.
Actualmente, dijo que el poco movimiento económico que se genera, depende a la inversión pública que ejecuten las entidades estatales, el mercado interno se achicó, mucha gente migró por la falta de empleo, se contrajo el poder adquisitivo, hay más informalidad y contrabando, aunque con productos más caros.
Añadió que el panorama antes de 2015 era diferente, porque había circulante, no faltaba dinero, fuentes de empleo, lo cual provocaba que mucha gente de otras regiones llegue al departamento.
Según el Ministerio de Economía, el PIB nominal de Tarija en 2021 fue de 2.696 millones de dólares, y en 2022 alcanzó a 3.049 millones de dólares. El PIB per cápita llegó a 5.072 dólares.
Entre los sectores que contribuyen a la dinamización del mercado interno, está el sistema financiero, la cartera crediticia del departamento subió a 1.253 millones dólares, de ese monto, se destinaron 448 millones de dólares al sector productivo para financiar proyectos de la industria local.
Mientras que los créditos de Vivienda de Interés Social (VIS) beneficiaron a 5.457 familias tarijeñas con el desembolso de 245 millones de dólares.
Los créditos del Banco de Desarrollo Productivo (BDP) también contribuyen a dinamizar la economía local. Entre 2007 hasta enero de 2024 se canalizó en total 14,6 millones de dólares, de los cuales el 87% se destinó para el sector de alimentos, 6% para madera y 3% para el rubro de cueros, generando en total 21.636 fuentes de empleo directo e indirecto, resalta el Ministerio de Economía.
Exportaciones
Datos del Instituto Nacional de Estadística y del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), revelan que, en 2014, Tarija llegó a exportar 4.773 millones de dólares, luego las ventas comenzaron a declinar y en 2023 apenas se logró comercial a los mercados externos 1.172 millones de dólares.
El gas natural es el principal producto de exportación del departamento y los principales mercados son Brasil y Argentina, aunque en muy poca cantidad, también la región produce y vende soya.
De acuerdo con los datos del Servicio Plurinacional de Registro de Comercio (SEPREC), en 2023 se registró un total de 18.723 empresas vigentes en Tarija, indicadores que demuestran la recuperación de la economía local.
Asimismo, entre las gestiones 2022 y 2023, las recaudaciones tributarias registraron niveles históricos con 2.338 millones de bolivianos y 3.587 millones de bolivianos, respectivamente.
El Ministerio de Economía también destacó que las ventas facturadas de los restaurantes, en 2023, ascendieron a 93 millones de bolivianos, mientras que las ventas de los supermercados llegaron a 36 millones de bolivianos, esto debido al incremento en la demanda de bienes y servicios.
Inversión pública
Para el presente año, Tarija tendrá una inversión pública de 1.267 millones de bolivianos y entre los principales proyectos programados figuran las obras: construcción del tramo doble vía Yacuiba – Campo Pajoso Fase 1; construcción y rehabilitación Villamontes – Palo Marcado; exploración del Pozo Bermejo – X46; la construcción de redes de gas domiciliario; la implementación de la planta Piscícola en el Chaco; construcción del centro almacenaje y transformación de granos EMAPA; la edificación del Parque Eólico La Ventolera; implementación de la planta de Agro insumos en Yacuiba; y la construcción del centro de salud Villa Montes.
Romero sostuvo que Tarija debe apostar al turismo, industria de vino, singani, al desarrollo sostenible en base a la innovación, educación, ciencia y tecnología.