El camino a la estupidez. Reportajes de cuentistas y pajpakus

Poema: Vivimos de cuentos y comemos cuento.

Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre…..
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos…
y sé todos los cuentos
”. León Felipe. Poeta.



Nuestras formas de comunicación.


En las sociedades primitivas los símbolos sirvieron para expresar los amores y temores de las personas y también sus creencias religiosas en miles y miles de dioses y demonios. Para comunicarnos, antes y ahora lo hacemos mediante símbolos, pues es mucho más fácil imaginar y pensar con imágenes, a las cuales le hemos dado un significado convencional.

Todos dicen cosas sobre otras cosas y así es como funciona el lenguaje simbólico y dependiendo de que valores se le asigna a los símbolos, ellos pueden conducirnos hacia la guerra y la muerte o a la convivencia y la paz.

No existen símbolos neutrales, no existen imágenes completamente mudas, siempre se asocia una imagen o un símbolo con una ideología, una memoria histórica, una etnia o una religión.

Yo soy yo y mis circunstancias.

Nuestra actitud ante las personas y la sociedad, nuestra amargura, frustraciones; así como la alegría y el optimismo, son cargas personales y comportamientos que tenemos como individuos y que llevamos guardado en nuestro corazón a cualquier parte del mundo al que vayamos. Y esos problemas que tenemos están dados por las circunstancias, el entorno y se guardan en la memoria de cada persona.

En general, nadie vive como piensa, sino que piensa tal como vive. Una complicada situación que es necesario cambiar radicalmente en beneficio de nuestros descendientes; construyendo y logrando que vivan en una sociedad democrática y un Estado de derecho, con respeto por los demás y el medio ambiente.

En tránsito hacia la estupidez y de manos de la cultura de género.


Tenemos una sociedad en acelerado camino a la estupidez y siguiendo ciegamente la ideología de género. Y para peor, en estos tiempos en los que está siendo difícil hablar con base en las realidades objetivas, sobre todo cuando se impone la “autopercepción”.

La Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, condenó al conocido influencer argentino Emmanuel Danann a resarcir económicamente a una persona transexual, que se sintió vulnerada en su “derecho de autopercepción” y también “discriminada”.
Se trata de una persona nacida biológicamente hombre, (condición que en realidad no se puede cambiar a lo largo de la vida, ya que se trata de algo no electivo como ser alto o bajo) pero que se “autopercibe” como una “mujer lesbiana con pene”.
Es complicado hablar con “une” trans de realidades objetivas en cuanto a género, pues para elles se impone la autopercepción. Sin embargo, este trans, objetivamente, demanda el resarcimiento y en dólares.

El mejor de los sentidos: Sentido común, más pensamiento crítico.

El sentido común, fruto de nuestras vivencias, experiencias y conocimiento, es el mejor de los sentidos. Pero como todo en esta vida, esto tiene sus bemoles.

El conocimiento, como tal, surge a partir de estas nuestras vivencias personales, de aciertos, errores y de experiencias compartidas en nuestro día a día. Luego es transmitido de generación en generación en forma de principios, valores, tradiciones, creencias, símbolos, máximas y refranes.

El problema está en que, normalmente, en nuestras opiniones tendemos a aplicar lo que se conoce como “sesgo de confirmación”. Es decir, que nos centramos más en los casos que confirman nuestras creencias, que en aquellos que no lo hacen. En consecuencia, las creencias intuitivas y del sentido común están contaminadas y no necesariamente son totalmente correctas, pues se forman dependiendo del entorno bueno o malo en que se crean.

Por tanto, una buena opción es alimentar sentido común con el pensamiento crítico y el escepticismo. Esto no consiste en cuestionar cada creencia, pero sí en considerar diversas alternativas y guiarse por la evidencia científica, a la cual se llega a través de la investigación.

Fuente: ovidioroca.wordpress.com