El expresidente Carlos Mesa (2003-2005) acusó al gobierno de Luis Arce de ocultar el informe de las reservas hidrocarburíferas y afirmó que la política energética actual es “desastrosa”.

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Indicó que el Gobierno no tiene una política real para reponer las reservas de gas o reducir el consumo de ese energético y reemplazar con energías renovables.

Si el resultado es que el Gobierno oculta y no transparenta, es un “declive dramático de nuestras reservas de gas, los trillones de pies cúbicos (TCF por su sigla en inglés) que requerimos para exportación y para consumo interno puede generar una situación de catástrofe”, acusó el exmandatario en conferencia.

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El ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, indicó el lunes que el informe de cuantificación de reservas hidrocarburíferas se encuentra en revisión final por parte de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

Mesa sostuvo que el Gobierno de Arce incumple las normas al no publicar el informe de la cuantificación de las reservas gasíferas y de líquidos actuales que tiene el país siendo que desde 2007 debe dar a conocer los datos.

“Esta obligación con una ley promulgada en 2007, que tenía que ver con el incentivo a la producción de hidrocarburos, establecía la obligatoriedad del Gobierno de contratar una empresa internacional para hacer una certificación anual de las reservas de gas”, recordó.

De eso, dijo, solo se ha cumplido en tres ocasiones, en 2009, 2013 y 2017. El último dato, establecía 10 TCF de los que el país necesita para su consumo un TCF anual.

Informe

El estudio realizado por la canadiense Sproule International Limited con información al 31 de diciembre de 2017 y presentado el 29 de agosto de 2018, determinó que las reservas probadas de gas natural llegaban a 10,7 TCF, mientras que las probables alcanzaban a 1,8 TCF y las posibles a 2,2 TCF.

Debido a la falta de transparencia e incumplimiento de las leyes, como dijo, Mesa planteó un enjuiciamiento al Gobierno por no dar a conocer los datos actuales de las reservas de gas. “Ya tiene oculto en los cajones de su escritorio la certificación de 2022 y teóricamente ya está terminando la de 2023 pero no la ha hecho conocer”.

Mesa presume que las reservas de gas actuales están por debajo de los ocho TCF lo que llevaría al país a una situación “catastrófica” porque en un corto tiempo ya no se contaría con el energético para el consumo interno, menos para la exportación. Lo que le obligaría a importar.

“Con una demanda de un TCF anual estamos en el riesgo que en los próximos 10 años nos vamos a comer las reservas totales de gas del país y algo impensable hace tres, cuatro, cinco años, el país corre el riesgo de tener la obligación, la necesidad situación de importar gas, ya no solamente gasolina y diésel sino gas para su propio consumo”, consideró.

Errática

Respecto a la política energética que lleva adelante el Gobierno, Mesa calificó como errática porque no existe una producción hidrocarburífera, ni menos una generación eléctrica a través de energía alternativas como la eólica (viento) y solar (a través de paneles), que solo representa el 8%, mientras que la termoeléctrica, es decir con el uso de gas natural, representa el 70%.

“En el momento que caiga el gas, vamos a caer en la producción eléctrica y se va a producir un colapso en la generación de electricidad para el sistema industrial del país”, sostuvo.

Planteó una generación de electricidad de hasta el 25% con energías alternativas ampliando la hidroeléctrica a través del sistema de vinculación con pequeñas presas y “pequeñas empresas de media y pequeño tamaño de generación de energía hidroeléctrica”.

Además, cuestionó la política de biocombustibles que desarrollo el Gobierno con la construcción de plantas de biodiésel que sustituirá en un 4% el consumo diario de diésel del país siendo que se requiere 35.000 barriles por día de biodiésel.

Mientras que el aumento en la mezcla de etanol en la gasolina hasta un 25%, según los informes de los transportistas, ocasionaría un daño en los motores de los vehículos.