En diálogo con Desayuno Informado de Asuntos Centrales, Arana explicó que unos 300 bolivianos se encuentran todavía en territorio israelí y enfrentan las inclemencias de la guerra.
“Todos los días atacan desde la Franja de Gaza, desde el sur del Líbano y desde Siria lo que provoca gran incertidumbre en la población”, señaló.
Arana remarcó que, tras el rompimiento de relaciones diplomáticas con el Estado de Israel, Bolivia no cuenta con Embajada ni consulado para atender las demandas de los residentes bolivianos.
“Estamos en estado de guerra desde que Hamás atacó a un kibutz en la frontera con la Franja de Gaza”, manifestó.
“Pese a los ataques el país sigue funcionando”, señaló.
“La máxima tensión está provocada por los ataques desde la Franja de Gaza, Líbano y los Altos del Golán”, explicó.
“Hay mucha preocupación entre los bolivianos residentes en Israel”, dijo Arana.
“Gracias a la cúpula de hierro estamos vivos, pero las amenazas continúan de parte de Irán”, indicó.