Mediante un pronunciamiento, el sector pesquero del río Beni exige la suspensión de toda actividad minera ilegal en los ríos Beni, Tuichi, Quiquebey, Quendeque y Kaka, entre otros, por los altos niveles de contaminación de mercurio.

La demanda, de 11 asociaciones de pescadores y comerciantes de pescado, incluye a los municipios Rurrenabaque, Beni, y San Buenaventura, La Paz; y las comunidades indígenas Tacanas y Esse Ejjas y aplica no solo para áreas protegidas, sino para cuencas y fuentes de agua.

“Se exige que las actividades mineras auríferas que se realicen en las cabeceras de la cuenca del río Beni (Mapiri, Tipuani, Guanay, Kaka y La Paz); tengan la regulación necesaria para evitar la contaminación por mercurio en la cuenca baja”, se lee en uno de los primeros puntos del comunicado.

 

Otro de los requerimientos es la paralización de nuevas concesiones mineras que tiendan a afectar las labores pesqueras; así como la calidad de la carne de pescado “por los riesgos que puede llevar a la salud la contaminación generada por el mercurio y otros metales pesados usados por la minería”.

Asimismo, según la Agencia de Noticias Ambientales, proponen la implementación de un sistema de monitoreo a la contaminación con mercurio en la carne de pescado.

También demandan que se difundan los estudios realizados por la Central de Pueblos Indígenas del norte de La Paz (CPILAP); sobre los niveles de mercurio encontrados “tanto en personas como en carne de pescado”.

El informe del CPILAP fue emitido en julio de 2023 e indica que en Bolivia “los indígenas varones Tacanas y Esse Ejjas; comprendidos entre los 45 y 50 años resultaron los más impactados por el mercurio en sus organismos”.