Ya son dos los organismos que bajan las previsiones de la economía boliviana, mientras el Gobierno defiende sus cifras

El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que Bolivia crecerá este 2024 un 1,6%, cifra que está por debajo de la perspectiva del Gobierno en el Presupuesto General del Estado (PGE)

El FMI arrojó sus previsiones este 16 de abril

Fuente: Unitel



Con la reciente previsión de crecimiento para Bolivia del Fondo Monetario Internacional (FMI), que arroja un 1,6% para el 2024, ya son dos las proyecciones de organismos internacionales que manejan una cifra que difiere con la del Presupuesto General del Estado (PGE) del Gobierno de Luis Arce para la presente gestión.

El primero fue el Banco Mundial (BM), el pasado 10 de abril, que refleja una menor previsión de crecimiento para el país, la cual apunta a un 1.4%, de acuerdo a lo reflejado en el documento ‘Competencia: ¿el ingrediente que falta para crecer’.

En ambos casos, la cifra es inferior a las previsiones del Gobierno de Luis Arce Catacora que, según el PGE 2024, apunta a un crecimiento del 3.71%, el cual fue defendido por diferentes autoridades del ejecutivo en el transcurso de la última semana.

El FMI elevó este martes una décima la perspectiva de crecimiento económico de Latinoamérica y el Caribe en 2024, hasta un 2%, por lo que Bolivia está por debajo del promedio de crecimiento de la región, según el más reciente informe de perspectivas económicas mundiales (WEO, en inglés).

Situaciones a la vista

“El FMI es menos pesimista en sus proyecciones que su colega Banco Mundial. Cree que la economía boliviana crecerá en 1,6% en el 2024 y 2,2% en el 2025. La inflación para los próximos dos periodos será superior al 4 % y la cuenta corriente continuará en déficit”, advirtió el economista Gonzalo Chávez.

A decir del presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Luis Fernando Romero, si se compara los datos del FMI con las recientes proyecciones del Banco Mundial para Bolivia, ambos prácticamente coinciden en el crecimiento económico del 2023, entre un 2,4% a 2,5%; sin embargo, el BM estima para el 2024 y el 2025 un crecimiento menor a las proyecciones que hizo el FMI.

“Ambos organismos reflejan que después del 2021 (post pandemia) nuestra economía se enfrió o ralentizó, entrando posiblemente en un nuevo ciclo recesivo según lo que se observa en sus proyecciones”, advierte Romero.

Para el analista, se evidencia problemas estructurales de tipo fiscal, por un gasto público elevado, déficit fiscal sostenido, deterioro de sus Reservas Internacionales, caída de las exportaciones (sobre todo tradicionales) y una crisis cambiaria, donde escasea el dólar americano, con un tipo de cambio paralelo elevado, que conlleva a mayores gastos en importación y una presión inflacionaria latente.