Juan Antonio Morales, economista y expresidente del Banco Central aconseja al gobierno de Luis Arce un saneamiento fiscal (reducción de gastos) que incluya un sinceramiento del precio de los carburantes, y reducir el subsidio
Fuente: El Deber
¿Cuál es la situación económica que usted ve que atraviesa el país?
Estamos atravesando una crisis económica que es grave, pero que no es insalvable si se toman oportunamente algunas medidas de saneamiento de la economía. Claramente hay un problema con la balanza de pagos. Es decir, con la oferta de dólares para las importaciones, para el pago de servicio de la deuda externa y también la gente intenta escapar de la inflación, demandando la moneda estadounidense. Se deben tomar medidas ya, no sirve de nada esperar a que las cosas mejoren.
¿Qué medidas serían esas que se debieran tomar con urgencia?
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Indispensable, el saneamiento fiscal. No se puede se seguir con esos déficits del orden del 7% del PIB, que es muy elevado.
Parte central de ese saneamiento es un sinceramiento del precio de los carburantes, del diesel y de la gasolina.
¿Cómo ve el avance en la industrialización que promueve el gobierno?
No se ve, no hay nada concreto. Fíjese lo que pasa con Bulo Bulo, ¿En qué quedó la producción de urea?, ¿Qué pasó con Yacimientos del Litio Boliviano?, el año pasado tuvimos una exportación ridículamente baja. Nada aparte del discurso. Además, esos resultados, si hubiese industrialización, se verán a mediano plazo, pero frente a una coyuntura que espera respuestas a corto plazo.
Con respecto al precio de los carburantes, hay que incrementar a los precios internacionales. Para reducir el monto del subsidio que gira alrededor de los $us 1.500 millones, lo que le quitará presión a la balanza de pagos y a la disponibilidad de divisas.
No es político, puede quitar votos, pero hay responsabilidades que se deben asumir para llegar a una estabilización macroeconómica, sostenible, verdadera y sin parches. Esto exigirá grandes acuerdos políticos difíciles en periodo electoral.
¿Usted cree que el modelo es el gran obstáculo, porque está basado en la demanda interna y la industrialización?
La primera tarea es resolver el problema de los dólares y el abastecimiento de combustibles que el país sufrió. Y a más mediano plazo, abrir mucho más la economía a la iniciativa del sector privado.
Hay que cambiar del modelo, pero puede hacerse sin bombos ni platillos, y darle más espacio a las empresas privadas, particularmente a las que son exportadoras. La demanda interna podría quedar relegada un poco y apoyar verdaderamente a las exportaciones del sector agroindustrial localizado principalmente en el departamento de Santa Cruz
El Gobierno está buscando ya apoyo en el sector privado, ¿qué tendría que pasar para que este sector tenga mayor protagonismo?
Insisto, es absolutamente indispensable resolver problemas como el abastecimiento de dólares y de combustibles. El sector privado no va a poder funcionar a su velocidad de crucero si no tiene dólares y si no tiene combustibles. La falta de dólares está afectando también a la producción.
Los acuerdos de febrero, los 10 puntos, son positivos, pero poco se progresó. Un punto central era la subasta de diesel, no se avanzó en nada. La liberación de las exportaciones, a medias y a regañadientes. Así no se puede seguir
En esa perspectiva, ¿se debe considerar tocar las puertas del Fondo Monetario Internacional para conseguir un crédito que salve la economía como lo hizo Argentina?
Sí, mi respuesta es categórica. Para mejorar la economía hay que recurrur a un préstamo del FMI. Ahora, hay que negociar bien el acuerdo, y yo recomendaría estar preparando, haciendo el trabajo técnico para una buena negociación. Tener todas las cifras al día para lograr una muy buena negociación
Vamos a pasar por un terreno pantanoso antes de llegar a uno fértil, eso se debe tomar muy en cuenta. En la negociación con el FMI, un elemento central es que hay que proteger a las familias más vulnerables. No se puede aumentar fuertemente el precio de la gasolina, porque eso repercute sobre el precio del transporte.
Eventuales modificaciones en el tipo de cambio afectaría también a las personas con los ingresos más bajos.
Entonces, claramente, debemos trabajar arduamente en esas medidas de protección.
Fuente: El Deber