YPFB debe $us 330 millones a las operadoras, empresas de servicios y a proveedoras de combustible subsidiado

La estatal presentó un reporte por escrito a la Cámara de Senadores sobre sus deudas, la certificación de las reservas de gas y el costo de la importación de combustibles. En el documento asegura que la deuda se pagará de forma paulatina

Ernesto Estremadoiro Flores.

Refinería de Palmasola /Foto: Ricardo Montero
Refinería de Palmasola /Foto: Ricardo Montero

 

Fuente: El Deber



En un contexto marcado por problemas en el abastecimiento de combustibles y una baja producción de gas natural, un informe oficial del Ministerio de Hidrocarburos y Energía señala que, hasta diciembre de 2023, la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) tiene una deuda de $us 329,8 millones.

Este monto corresponde al total de las obligaciones contraídas por la estatal con las empresas con contratos de operación, las compañías proveedoras de combustibles y las firmas prestadoras de servicios petroleros.

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La deuda se desprende de una petición de informe escrito Nº220/2022-2024, solicitada por el senador Fernando Alonso Vaca Suárez en febrero de este año y respondida en junio. El legislador consultó el estado de las reservas de gas, las deudas de YPFB, la importación de combustible, y proyectos exploratorios en Pando y Beni, entre otras interrogantes.

Detalle de la deuda

Sobre las obligaciones de YPFB del documento precisa que la estatal mantiene una deuda de más de $us 329,8 millones con diferentes proveedores al cierre del año 2023, según información oficial de la estatal petrolera.

De acuerdo a los datos, la deuda con las empresas operadoras de los contratos de operación (empresas que extraen gas) asciende a $us 248,8 millones por concepto de retribución al titular.

A esto se suman $us 38,3 millones adeudados a las empresas que proveen combustible y $us 42,7 millones a las empresas que prestan servicios.

En ese sentido, la estatal aseguró “que la deuda está siendo honrada paulatinamente y que se encuentra en constante diálogo con sus proveedores para encontrar soluciones que permitan reducirla”.

En la actualidad, el país cuenta con problemas de abastecimiento de combustibles.

Varios sectores, entre ellos el transporte de carga pesada y analistas especializados en hidrocarburos, indicaron que parte de este problema obedece a dos factores: la baja producción nacional y la deuda que la estatal YPFB mantiene con los proveedores de combustible.

Infografía

¿Qué más dice el informe? El documento del Ministerio de Hidrocarburos detalla que entre 2019 y 2021 se realizaron tres licitaciones para certificar las reservas de gas natural, pero se declararon desiertas debido a que las empresas interesadas no cumplieron con los requisitos del Documento Base de Contratación (DBC) y otros requerimientos técnicos.

Un dato que llama la atención es que, en 2022, se adjudicó la certificación a la empresa Ryder Scott, pero estos resultados no se hicieron públicos y están resguardados en el Centro Nacional de Información Hidrocarburífera (CNIH), que opera en la localidad de Villa Montes.

La estatal también señala que, en 2023, se adjudicó la certificación de los reservorios a la compañía internacional Degolyer & Macnaughton, la cual se encuentra en ejecución.

Consultado por EL DEBER, el senador por Beni, Fernando Alfonso Vaca, calificó de incompletas las respuestas presentadas de forma escrita por parte de

YPFB y lamentó -lo que considera- falta de transparencia de la estatal. “Nos deja con más incertidumbres. Además, los datos sobre las deudas no son claros. Yacimientos tiene una deuda de más de $us 330 millones acumulada con diferentes operadoras y servicios”, explicó el legislador.

El senador observa que hasta la fecha no se ha detallado cómo se está gestionando el pago que la petrolera tiene con las operadoras y proveedores de servicios.

“Nos preocupa la falta de un plan claro para la sostenibilidad de esta deuda”, indicó Vaca.

Esta preocupación se ahonda porque, según Vaca, la mayoría de los pozos de gas y petróleo en Bolivia tendrán una vida útil hasta el año 2030, y sin nuevas exploraciones y certificaciones, el país podría dejar de ser un productor de estos recursos, aumentando su dependencia de las importaciones.

“Esto genera serios problemas económicos, como la falta de dólares para financiar importaciones, afectando negativamente la balanza comercial”, dijo Vaca.

La economía boliviana

depende en gran medida de los hidrocarburos. Durante los últimos 20 años, los ingresos generados por este sector han sido fundamentales para el país. Sin embargo, la disminución en la producción ha reducido significativamente estos ingresos, afectando también a los gobiernos subnacionales que dependen de las transferencias del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH).

“Bolivia no ha cambiado su matriz productiva y sigue dependiendo de los hidrocarburos y la minería. La falta de planificación y malas inversiones en exploración y prospección han exacerbado el problema”, concluyó el senador.

Análisis

El exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, sostuvo que de acuerdo al informe escrito presentado por YPFB la deuda es manejable en comparación con el volumen de importaciones de combustibles que realiza el país. “Estamos importando $us 3.400 o 3.500 millones solamente en combustibles. Esa deuda es pequeña”, afirmó la exautoridad.

Ríos observó la falta de transparencia en la publicación de las reservas de hidrocarburos. “Son aproximadamente seis años, creo, que no se cumple la ley… no se quiere publicar la información”, dijo el experto, cuestionando la falta de divulgación de los datos a pesar de que ya se han realizado las cuantificaciones necesarias.

Raúl Velásquez, experto en hidrocarburos de Fundación Jubileo, observó la falta de transparencia y el incumplimiento de la Ley 3740 por parte de YPFB. Según la ley, YPFB debe certificar y publicar las reservas de hidrocarburos cada año antes del 31 de marzo. Sin embargo, hubo inconsistencias y retrasos en la publicación de estos datos, lo que debilita la institucionalidad del sector.

Sobre la deuda, sostuvo que refleja problemas de flujo de caja y disponibilidad de divisas, situación que fue confirmada por la estatal petrolera.

“El presidente del YPFB ya en dos ocasiones ha hecho comentarios en el sentido de que el problema que tienen como Yacimientos es la disponibilidad de divisas para la importación, más que el hecho de capacidad logística; e l problema en realidad para ellos es el tema de disponibilidad de divisas”, señaló.

Camiones cisternas/Foto: Juan Carlos Torrejón
Camiones cisternas/Foto: Juan Carlos Torrejón

 

Observa que la falta de un flujo de caja adecuado, exacerbada por la disminución en la producción local de hidrocarburos, está causando retrasos en los pagos y, por ende, problemas en el suministro.

Velásquez subrayó la urgencia de reformar la política hidrocarburífera en Bolivia. En su opinión, se debe abordar de manera integral la política de subvenciones y establecer incentivos para la exploración y producción de petróleo. También mencionó la necesidad de una reestructuración profunda de YPFB y la gestión de nuevos mercados para atraer inversiones.

Para este reporte se buscó la versión del presidente de YPFB, Armin Dorgathen, pero hasta el cierre de edición no contestó. Pero en noviembre del año pasado, el ejecutivo aseguró que surgieron problemas en el abastecimiento de diésel por problemas de pagos y que se agravó con el temor de la gente a quedarse sin combustible.

En mayo de 2023, se denunció que la deuda de la estatal a una importadora de diésel ascendía a $us 800 millones, cifra que fue desmentida por el presidente de YPFB.

Sin proporcionar detalles específicos, Dorgathen explicó que la empresa mantiene una deuda “flotante” con las importadoras.

PARA SABER

Campos. Según el informe de YPFB al Senado, la empresa cuenta con un parque de 223 pozos gasíferos y 103 pozos petroleros, de los cuales 152 se encuentran activos. El potencial de producción de estos pozos es de 5 a 10 años.

Corroboración. YPFB dijo que está corroborando los datos sobre las reservas de gas de 2022 y 2023.

Fuente: El Deber