Fuente: https://actualidad.rt.com
Los pleitos del presidente argentino Javier Milei con algunos de sus pares ya se ha vuelto costumbre en Hispanoamérica, pero lo que no es habitual es un ‘impasse’ entre aliados. Y es lo que ocurrió esta semana entre Chile y Colombia.
El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, reconoció este martes que tienen una «relación cercana con el Gobierno» chileno y, en ese sentido, mantienen diálogo con las autoridades correspondientes.
«Estamos en comunicación (…) con los canales diplomáticos para poder superar esta incomodidad y malestar del Gobierno chileno», afirmó brevemente Murillo en una conferencia de prensa.
¿Qué pasó?
En la víspera el presidente de Colombia, Gustavo Petro, compartió un video de la exasambleísta ecuatoriana Gabriela Rivadeneira en la que denunciaba un ‘lawfare’ contra el alcalde de la comuna chilena, Daniel Jadue, quien cumple prisión preventiva.
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En su mensaje, publicado en X, Petro pidió la liberación de Jadue y opinó que detrás de su encarcelamiento está la jurisprudencia del dictador Augusto Pinochet.
En respuesta, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alberto van Klaveren, anunció que el Ejecutivo austral entregó una nota de protesta por las «declaraciones inaceptables e imprudentes» de Petro, «que desconocen la trayectoria democrática de nuestro país».
Y en la misma línea se expresó la ministra secretaria general de Gobierno, Camila Vallejo, según medios locales. «Nuestro país tiene un Estado de derecho, tiene separación de poderes, y si hay cambios que requiere hacer nuestro sistema político frente al Estado de derecho, lo determinamos nosotros y no autoridades de otros países«, dijo.
La Fiscalía chilena acusa a Jadue, quien fue candidato presidencial por el Partido Comunista de Chile, de cinco presuntos delitos: administración desleal, estafa, cohecho, delito concursal y fraude al fisco.