El informe de la fundación corrobora que la economía boliviana está en una pendiente de caída que se expresa en el estancamiento de la actividad económica y el declive de las exportaciones bolivianas.
eju.tv / Video: Cadena A
Juan Carlos Véliz / La Paz
La economía boliviana está en una pendiente de caída. Es el diagnóstico de la Fundación Milenio que atribuye tal situación a dos factores: la declinación de las exportaciones de materias primas como consecuencia de la pérdida de la capacidad de producción y al excesivo gasto para el funcionamiento del Gobierno.
«Los precios internacionales continúan favorables, las exportaciones de minerales, de hidrocarburos, de soya y otros productos que exportamos no tiene tanto que ver con una caída de los precios en el mercado internacional sino con una disminución significativa de la capacidad productiva nacional, vale decir que la oferta de producción en Bolivia se ha resentido significativamente y eso tiene mucho que ver con la pérdida de reservas», explicó el director de la fundación, Henry Oporto, en Cadena A.
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El especialista enfatizó en que por muchos años no hubo inversión en exploración de nuevos campos de petróleo y gas, y tampoco de minerales. «Creo que ahora estamos sufriendo esas consecuencias y el resultado de eso es que los ingresos por exportaciones han disminuido significativamente, al mismo tiempo que los gastos fiscales, los gastos del Gobierno, se mantienen excesivamente altos», afirmó.
Bolivia afronta una situación económica compleja expresada en la falta de dólares, escasez de carburantes, inflación sostenida y el crecimiento de un mercado paralelo de divisas.
Para Oporto, los factores mencionados anteriormente están generando un «déficit alto» y que está afectando también el desenvolvimiento de las actividades económicas.
La Fundación Milenio presentó ayer su informe sobre la economía del país.
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«Un dato que vale la pena subrayar en el informe económico de Milenio es que el ingreso promedio el ingreso laboral del año 2023 ha sido 14% más bajo que en 2019, es decir de antes de la pandemia; eso refleja que la recuperación de la economía después de la pandemia sigue siendo excesivamente lenta», relevó.
El Gobierno admitió de que el contexto internacional adverso y la pandemia pusieron desafíos para la reactivación económica en Bolivia.
Para Milenio, la economía está estancada porque existen menos oportunidades de trabajo, menos oportunidades para negocios y emprendimientos. «Los ingresos de la población están deprimidos y al estar deprimidos también eso influye en la disminución del consumo nacional que está afectando a la capacidad de producción de las empresas».
La salida, según planteó Oporto, es la puesta en marcha de un «plan anticrisis» integral porque las medidas aisladas asumidas hasta ahora no funcionaron, una de ellas es reponer las reservas internacionales.
