En el TSJ de Bolivia cursa una solicitud de detención con fides de extradición del excomandante de la policía antidroga a Estados Unidos.
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Juan Carlos Véliz / La Paz
El expresidente Evo Morales insistió ayer en que no tuvo ninguna relación con su exjefe antidroga, Maximiliano Dávila, quien podría ser extraditado a Estados Unidos para ser juzgado por narcotráfico y otros delitos, mientras el Gobierno dejó el pedido de extradición en manos de la justicia boliviana.
“El comandante te pasa ternas para revisar para los comandantes departamentales y de algunas direcciones nacionales, en la última gestión, yo pedí que revisen a los ministros, ni conocía al comandante Dávila, antes o después de mi cumpleaños en Chimoré había un acto, estaba esperando el comandante y ahí conocí al comandante Dávila que vino con su torta”, afirmó el exmandatario ayer.
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Dávila fue director nacional de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (FELCN), la unidad policial exclusivamente destinada a la lucha antidroga, durante el gobierno de Morales. En ese periodo, según las investigaciones en Estados Unidos, se involucró en el tráfico de drogas al amparo de su alto cargo.
Morales, como hizo en otros casos, afirmó ayer que la relación gubernamental con Dávila era llevada por el comandante de la Policía, por su exministro de Gobierno, Carlos Romero, y por su exviceministro Felipe Cáceres.
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«Algunos periodistas dicen que estoy asustado porque el presidente Luis Arce me va a entregar a Estados Unidos al viabilizar la extradición del coronel Maximiliano Dávila. Yo quiero comentar que es responsabilidad del Presidente nombrar al comandante en jefe de las FFAA, de las tres fuerzas; y del comandante general de la Policía Nacional. Pero el jefe policial pasa ternas para los comandantes departamentales y de algunas direcciones nacionales, como la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico, FELCC, FELCV y otras unidades que tiene la institución nacional (…) Yo pedí al ministro (Romero), al viceministro (Cáceres) que revisen”, explicó.
Dávila ahora es requerido por la justicia de Estados Unidos para que afronte un juicio por el tráfico de drogas y cursa en el Tribunal Supremo de Justicia una orden de aprehensión con fines de extradición.
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, dejó en manos del alto tribunal de justicia de Bolivia la situación del exjefe antidroga que permanece detenido en la cárcel de San Pedro, La Paz.
«Esto lo va a tener que determinar el tribunal Supremo de Justicia, el trámite ha llegado a la Cancillería boliviana y la Cancillería conforme manda la norma vigente ha remitido este trámite al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), ellos tienen un plazo perentorio para verter una opinión al respecto, si ellos consideran que es viable la detención preventiva tendrán que otorgar la detención preventiva a Maximiliano Dávila con la finalidad de extraditarlo a Estadios Unidos y hay un tiempo prudente en el cual el TSJ a través de la Cancillería pedirá a los Estados Unidos que remitan todos los actuados, todos los hechos investigativos que han ocurrido en ese país», explicó.
El comandante de la Policía boliviana, Álvaro Álvarez, adelantó que sólo la justicia puede disponer o denegar la extradición del exjefe alto policial que fue dado de baja hace tiempo.
