Para el economista Gonzalo Chávez, “esto no se va a resolver de la noche a la mañana, no hay magia, se necesita una política económica integral” para enfrentar la falta de divisas
En solo una semana, el boliviano perdió la mitad de su valor en el mercado paralelo del dólar de Desaguadero, en la frontera entre Bolivia y Perú.
La moneda estadounidense se cotizaba el 26 de julio a Bs 10,50 y el 2 de agosto a Bs 14. Es decir, en siete días subió Bs 3,50. La cotización oficial sigue congelada en Bs 6,96.
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Para el economista Gonzalo Chávez, “estamos frente a una situación sumamente complicada que tiene múltiples causas y por lo tanto las soluciones también van de manera integral”, entre ellas acortar el déficit fiscal y acudir a un “crédito puente” y establecer un “tipo de cambio flexible”.
“Esto no se va a resolver de la noche a la mañana, no hay una bala de plata, no hay magia, se necesita una política económica integral”, señaló.
Los comerciantes bolivianos son los más perjudicados en Desaguadero. “No quieren nuestra plata, sinceramente ya no sirve mucho”, afirmó una persona entrevistada por la red UNITEL en ese punto fronterizo.
Chávez consideró que este panorama se complica porque “tiene que ver sobre todo con “expectativas”.
“Claramente, todo el tema de la falta de diésel, el problema de la gasolina, todo el problema político que se ha producido en las últimas semanas, han exacerbado las expectativas de los agentes económicos y esto ha hecho que haya una mayor demanda de dólares.
“Además, las señales de que las exportaciones no están subiendo de manera significativa, no hay los préstamos internacionales que deberían venir vía Asamblea, en fin, variables estructurales, coyunturales, políticas, hacen que las expectativas se pongan a flor de piel”, añadió.
A ello se suma la falta de dólares y el incremento de su cotización en el mercado paralelo, “eso se ha reflejado en el incremento de centenas de productos que vienen de afuera”.
“Eso, por supuesto, genera más inflación, la gente se da cuenta de eso, la gente se preocupa, busca más dólares para refugiarse y proteger su dinero, eso también hace que hay una mayor demanda”.
¿Qué debe hacer el Gobierno?
Chávez consideró que uno de los primeros pasos que debe asumir el Gobierno de Luis Arce es escuchar el pedido de los gremiales.
“Han hecho la reivindicación más importante probablemente de los últimos años: Díganos la verdad. Entonces, el Gobierno lo primero que tiene que hacer es decir exactamente lo que está pasando en la economía boliviana y no buscar pretextos o responsables”, afirmó.
El plan
Luego de este paso, “necesita un plan de ajuste integral”.
Explicó que “el problema del dólar no se resuelve exclusivamente haciendo operaciones de logística con el diésel o consiguiendo 200 o 500 millones de dólares adicionales”.
“Necesitas una política fiscal contractiva. El déficit público es hace 11 años. Necesitas cortar gasto público, cerrar empresas estatales ineficientes, tienes que ver qué haces con los subsidios a los hidrocarburos, tienes que ver de qué manera mejoras tus ingresos, tal vez con una reforma tributaria para que los nuevos ricos que ha creado el modelo económico paguen más impuestos”.
Asimismo, planteó “colocar techos a futuro en la inversión y el gasto público, pero no solamente tienes que trabajar en el tema fiscal, donde se necesita un ajuste importantísimo para cuidar sobre todo las reservas internacionales”.
Chávez plantea que “también la política monetaria tiene que trabajar y para eso necesitas aumentar levemente la tasa de interés para sacar dinero de la economía porque ese incremento, la masa monetaria de los últimos meses, es como gasolina cuando tienes fuego, está aumentando el fuego de la inflación”.
Otro de los planteamientos de Chávez es “crear una barrera, cortar” las gestiones del Banco Central de Bolivia (BCB) para “financiar” el Tesoro General del Estado. “Eso tiene que parar rápidamente”, dijo.
Tipo de cambio
Otra de las tareas que planteó el analista es que “trabajar en el lado del tipo de cambio”.
“Habría que caminar rumbo a un tipo de cambio flexible y sucio, es decir, un cambio determinado por la oferta y la demanda, pero vigilado, controlado, adecuadamente por el Banco Central de Bolivia. volver al bolsín de hace unos 10 años atrás.
Cómo en otras propuestas, incluidas las de los productores y agroindustriales, “también tienes que fomentar muy rápidamente las exportaciones para generar divisas”, señaló.
Condiciones
Ahora, todas esas medidas económicas “tienen tres condiciones para que funcionen”, puntualizó Chávez.
La primera es un “acuerdo político básico” puesto que “ninguna de estas soluciones técnicas funciona con el clima político tenso que vivimos”.
Segundo, el país “va a necesitar un crédito puente de como 3 mil millones de dólares para ganar espacio por dos o tres años”
Finalmente, hay que hacer una “reforma estructural en la economía boliviana para reimpulsar nuestras exportaciones, por ejemplo, hacia el turismo, donde están esperando 3 mil millones de dólares si hacemos bien las cosas”.
“Por lo tanto, la solución de dólares y diésel está en un paquete integral. Está en una medida que conecte las varias área de la economía y de la política”, sostuvo.
Chávez insistió en que “esto va a tomar tiempo, no es sencillo, pero necesitas oxígeno financiero rápidamente, pero tienes que trabajar en lo tuyo”.
“Tienes que cortar gasto público, tienes que mejorar tu política monetaria, tienes que de una vez aceptar un tipo de cambio flexible. Todo esto tiene costos políticos y sociales, también hay que asumirlos, hay que crear redes de protección social para la gente más pobre”, señaló.
En ese marco, planteó establecer la subvención diferenciada del combustible para que el transporte público y los vehículos de baja gama paguen menos y el resto más.