Subvención a los carburantes, una operación que el Gobierno teme hacerlo solo

Por: Luis Fernando Romero Torrejón
Pdte. Colegio Departamental de Economistas de Tarija

¿Desde cuando el médico pregunta al paciente para cortarle un brazo que le salvará la vida? ¿Acaso esa no debe ser una decisión del profesional?. Si quitar el brazo es importante y urgente ¿porque se pierde el tiempo en consultas?



Se estima que esta subvención representa solo un 4% de nuestro PIB, y un 5% del PGE. Pero el daño económico no viene tanto por el gasto, sino por lo que ocasiona esta política: Contrabando, insumo en actividades ilícitas, uso para vehículos «chutos» y una baja inflación «ficticia», lo que genera una sobredemanda de al menos un 30%.

Si es tan delicado mantener, reajustar o eliminar la subvención, se debería ser más agresivo contra el uso ilegal de los carburantes. A corto plazo, nos ahorraría divisas y mantendría cierta estabilidad económica y política en el país.
Cuidado que la cura sea peor que la enfermedad.

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