El arquero Rochet salvó a la Celeste de una derrota. La Vinotinto sometió al equipo de Bielsa y mereció ganar.
Fuente: https://www.ole.com.ar
Venezuela hizo el máximo desgaste detrás del triunfo que buscó, mereció y no pudo cristalizar. En Maturín se aprovechó de un rival disminuido por muchas ausencias y lo sometió en el juego, pero sus intentos morían en las manos de Rochet, la figura de la Celeste, o en ejecuciones magras dentro del área.
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Marcelo Bielsa tuvo que armar un rompecabezas ante tantas bajas obligadas entre lesiones y suspensiones. En un equipo muy diezmado, para colmo a poco de comenzado el partido perdió a Santiago Cáceres por lesión muscular en un isquiotibial de la pierna izquierda (sería un desgarro).
Venezuela se impuso en el juego en la etapa inicial, pero no pudo trasladar esa supremacía al resultado. Fue ambicioso, llegó con muchas opciones de pase. Soteldo desequilibró por izquierda y mucho más cuando se fue a la derecha, con su habilidad y cambio de ritmo. Bello se asociaba bien, Rondón descargaba bien y avisaba, primero con un cabezazo que se fue pegado al palo izquierdo y después con un remate potente.
Uruguay fue un equipo endeble
Martínez y Segovia se desprendían en ataque y se sumaban al circuito. No tuvo buenas resoluciones en el último toque y por eso no pudo irse al descanso arriba en el marcador. Uruguay fue superado en la zona media y no daba garantías en la salida. Su intención de fútbol vertical no tuvo buen correlato en las ejecuciones, salvo una acción peligrosa sobre el final del PT.
Nunca se modificó la tónica general del partido. Ya bajo la lluvia que comenzó a caer, Venezuela expuso un funcionamiento colectivo que tuvo su contracara en Uruguay. La Celeste nunca encontró los caminos. Fue un equipo sin agresividad adelante, carente de conexiones, desconcertado por momentos, sin respuestas individuales.
Rochet fue una muralla en el segundo tiempo
Apagado el elenco de Bielsa, sin reacción, más pendiente de neutralizar que de atacar. La Vinotinto pasaba con facilidad la zona media. No obstante, cuando pisaba la zona de fuego aparecía Rochet para desbaratar el peligro o el equipo local demoraba en rematar. Uruguay dejó pasar la chance de un triunfo que lograr una victoria que lo hubiese dejado segundo en la tabla. Hizo muy poco para conseguirlo. Venezuela, próximo rival de la Argentina, no debe reprocharse nada. El equipo del Bocha Batista brindó una imagen audaz.