La institución pide a las autoridades aplicar la Constitución para levantar las medidas de presión que ejecuta el ala evista del MAS.
eju.tv
Fernando García Torrez / La Paz
La Cámara Boliviana de Hotelería expresó este viernes su preocupación por la situación política y económica del país, a causa de los bloqueos que ejecuta el ala evista del MAS. La institución lamentó que las medidas de presión ocasionan un «daño irreversible a la imagen de Bolivia en el mundo entero», por lo que piden a las autoridades aplicar la Constitución para pacificar el país.
«Estas medidas tan perniciosas, que afectan no sólo la economía del país y la del sector turístico, afectan de manera irremediable la imagen de Bolivia en el mundo entero», se lee en el pronunciamiento del sector.
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La cámara hotelera agrupa a 1.200 empresas del rubro en el país, distribuidas en todo el territorio nacional, un sector de los más afectados por los bloqueos de carreteras que impiden los viajes entre oriente y occidente del país por tierra.
«Este tipo de medidas provocan pérdidas cuantiosas e irrecuperables sobre toda la cadena productiva del turismo y muy especialmente al sector hotelero nacional. Los daños que ocasionan los bloqueos son devastadores sobre nuestra economía, ya muy afectada como consecuencia de la pandemia y los recurrentes conflictos sociales que se vienen suscitando en los últimos tiempos», comunicaron.
El sector exhortó al Gobierno a aplicar las leyes para garantizar la libre transitabilidad y evitar pérdidas aun mayores por los conflictos sociales que tienen aislado al departamento de Cochabamba.
«Hacemos un urgente llamado a las instituciones del Estado a buscar una solución inmediata a este grave problema, en el marco de su responsabilidades y en cumplimiento de nuestra Constitución, que garantiza a los bolivianos la libre e irrestricta circulación por todo el territorio nacional», detalla el directorio de la institución.
Desde hace 12 días, sectores afines al ala evista del MAS bloquean diferentes carreteras del país, en especial los accesos a Cochabamba. A raíz de estos conflictos, se contabilizaron pérdidas que ya superan los 500 millones de dólares.