El economista Raúl Velásquez afirma que Bolivia necesita un estadista y no un político, para afrontar las políticas a largo plazo que deben ser formuladas.
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Boris Bueno Camacho / La Paz
El analista económico Raúl Velásquez alertó sobre la situación que atraviesa el país, porque es la primera vez que se vive una combinación de crisis económica y energética, algo inédito en el país, que entraña un riesgo mucho mayor y que se plasma en la actualidad en la escasez de carburantes y de dólares, variables que conforman un panorama bastante complicado para el estado como tal y los sectores productivos de la nación, pero que inciden sobre todo en el poder adquisitivo de los hogares bolivianos.
El analista aseguró que, si bien el país tuvo varias crisis, ninguna como la actual ‘que combina una crisis económica y energética’; además, resaltó que la solución a este no pasa por manos de un político, sino más bien de un estadista que tenga la capacidad de formular políticas de corto, mediano y largo plazo que permitan recuperarse al país de la situación actual que amenaza con un ‘default’ en el país como alertaron otros expertos en el tema.
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“El país se enfrenta a un escenario muy complejo en términos económicos y en términos energéticos, recuerdo que el prestigioso economista Juan Antonio Morales decía que Bolivia ha vivido unas crisis económicas antes, pero no una combinada con la crisis energética, nunca se ha dado esa combinación, y eso puede ser muy complicado para el país, por ello, es que el momento actual nos demanda estadistas más que políticos, que estén buscando perpetuarse en la política”, aseveró.
Foto: captura pantalla
Apoyó su aseveración en que el estadista tiene la capacidad de tomar decisiones complejas pese al alto costo político y social que conllevan, porque debe generar políticas públicas para afrontar la crisis de forma contundente, orientadas a contener el efecto que tendrá un eventual incremento de precios sobre todo en los sectores más vulnerables de la sociedad, que son quienes tienen menor posibilidad de afrontar esas medidas de shock.
“Para ello habrá que generar políticas económicas y sociales contundentes e importantes orientadas a contener el efecto que puede tener un incremento de precios sobre todo para la población más vulnerable, pero que esté dispuesto a tomar y asumir esos costos pensando en el país, pensando en el bienestar de la nación para que pueda salir adelante, de cara al futuro, pensando en el largo plazo, en 20 a 30 años”, aseveró.
Desde hace un año, el país viene enfrentado una crisis económica agravada por la ausencia de dólares en el sistema financiero nacional, que ha provocado que se active un mercado paralelo con una cotización que en la actualidad ronda por los 12 bolivianos, este hecho ha provocado que los precios de los productos importados y nacionales sufran una variación ostensible; pero, a ello se sumó que la falta de divisas provocó que el gobierno no tenga la capacidad anterior de adquirir el combustible que se comercializa de manera subvencionada.