Expertos afirman que la previsión de crecimiento para el 2025 es una de las más bajas y que en el caso de la inflación es incierta por el tema dólar

El economista Romero afirmó que la baja previsión del PIB es algo que llama la atención, tomando en cuenta que siempre se viene diciendo que somos la tercera economía de la región y que se tenía estabilidad macroeconómica.

 



eju.tv

Luego que el Gobierno calcula que el crecimiento económico de Bolivia llegará al 3,51% y una inflación del 7,5%, calculados dentro del proyecto de ley del Presupuesto General del Estado (PGE) 2025, dos expertos afirmaron que en el caso de la tasa del Producto Interno Bruto (PIB), es una de las más bajas que los anteriores años y que en el caso de la inflación es incierta, debido a la falta del dólar y la fluctuación constante en el mercado paralelo. El documento oficial fue remitido por el Ministerio de Economía en pasados días a la Asamblea Legislativa, para su respectivo tratamiento.

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“Estas variables económicas que se plantean en el PGE 2025, es una aceptación de que la economía boliviana no está pasando por un buen momento, porque en años previos, incluso luego de la pandemia, en 2021 se estableció un crecimiento del 4,2% y durante estos últimos años, sería una tasa de las más bajas como meta”, consideró el presidente del Colegio de  Economistas de Tarija, Fernando Romero, en contacto en eju.tv.

Dijo que esto es algo que llama la atención, tomando en cuenta que siempre se viene diciendo que somos la tercera economía de la región y que se tenía estabilidad macroeconómica y en el que además, se aseguraba que es sostenible a largo plazo, pero ahora se lo ve como algo contradictorio.

Por ejemplo, en 2021, se tuvo un crecimiento mayor que el esperado, en 2023 se decía que se iba a crecer 4,86% y sólo se llegó a 3,08% y para este año la previsión es del 3,71%. No obstante, Romero mencionó que los organismos internacionales como el Banco Mundial o el FMI anticiparon que se tiene un contexto político y se tiene una coyuntura compleja con la falta de dólar, que apunta a que se registre un 2% o por debajo de ese porcentaje.

En el caso de la inflación es igual, ya que se decía que en 2022 se iba a tener 3,4%; en 2023, la meta era del 3,7% y para este año, 3,6%. En el caso de la inflación, consideró que si bien en anteriores años sí se han cumplido las previsiones con inflaciones bajas, pero a partir de este año, ya se tiene más del 7% hasta octubre pasado y se prevé que cerremos por encima del 10%, algo que refleja un salto enorme del 3,6%.

“En conclusión, el Gobierno afirma que Bolivia va a crecer menos en 2025 y que habrá mayor inflación, pero que también el déficit fiscal será mayor, lo que se refleja en mayor gasto público. Además, habrá una mayor inflación que los años anteriores y el panorama es incierto por la fluctuación del dólar que está por encima de los 11 bolivianos por dólar como consecuencia de la disposición de libre importación de combustibles y ahora también están las fiestas de fin de año”, evaluó.

Entretanto, el economista Germán Molina señaló que si bien el Gobierno calcula un PIB del 3,51%, superior al que calcula el FMI, lo que significa que apuestan a que entrará en funcionamiento la Siderúrgica del Mutún, en Santa Cruz, que si bien puede repercutir en el crecimiento, eso se dará siempre y cuando comience a funcionar en diciembre o máximo en el primer trimestre de 2025, al igual que YLB y otras empresas estatales que sí generen ingresos.

Sobre el déficit fiscal de -9,2%, consideró que la tasa confirma que al siguiente año se gastará más que los ingresos que genera el sector público, como la recaudación de impuestos, lo cual también se convalidarán con la tasa de inflación, en el que se continuará denotando la escasez del dólar, debido a que con un déficit de ese porcentaje, significa que habrá mayor cantidad de dinero circulando en la economía y habrá pocos dólares.

“Lo que sí llama la atención es el tipo de cambio nominal promedio, que no señala de cuánto será, ya que en lo diferentes presupuestos ha estado con un tipo de cambio fijo de 6,86, +-10 puntos, lo que significa que ellos probablemente están incorporando un ajuste dentro del PGE en el sentido que adoptarán ya no un tipo de cambio fijo que se ha mantenido hasta la fecha, sino que da cuenta que puedan variar internamente en el sector público y en el resto de la economía estén buscando contar con dólares en los mercado paralelos”, analizó Molina, en contacto con el portal digital eju.tv.