La libertad económica mantiene indicadores negativos en Bolivia, según un informe

El país subió en la tabla que mide estos parámetros entre 2019 y 2022, pero sigue con cifras bajas. Un especialista considera que esto sucedió porque las economías de algunos países han empeorado

Fuente: eldeber.com.bo



De 2019 a 2022 Bolivia ha subido del puesto 125 al 106 en lo que viene a ser el Índice de Libertad Económica 2024, pero mantiene los mismos indicadores negativos desde hace cuatro años.

Este reporte anual que evalúa, desde 1970, la libertad económica en 165 jurisdicciones tiene un rezago de dos años debido al tiempo que se demora en compilar y analizar los datos que han sido recopilados en estos países.

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El informe, realizado por Fraser Institute y el Centro de Estudios Populi, reveló que Bolivia en 2022 se encuentra en el Tercer Cuartil en este ranking, con un puntaje de 6,11 sobre 10, muy cerca a los países con menor libertad económica en el mundo.

En 2019, el país estaba en la última categoría: Menos Libre, con un puntaje de 6,15. Carlos Aranda, investigador del Centro de Estudios Populi, dijo que el avance de Bolivia en los puestos del Índice de Libertad Económica fue debido a que otros países “deterioraron” sus indicadores que se tomaron en cuenta para este ranking.

“Bolivia ha mantenido sus indicadores bajos sin cambios. La seguridad jurídica, moneda sana, tamaño del Estado y deuda y déficit, siguen igual de mal que hace dos años. Pasó que como otros países han empeorado sus economías, el puesto de Bolivia entre estos 165 países ha mejorado, pero si uno evalúa los puntajes siguen siendo muy similares y esto significa que aún no hay mejoras significativas en lo que es la libertad económica”, explicó.

El Índice de Libertad Económica 2024 señaló que Bolivia tuvo una calificación de 5,95, sobre 10, en lo que viene a ser tamaño de Gobierno. Este resultado es preocupante, ya que el país se encuentra por debajo de la mayoría de sus pares en América Latina y el Caribe, con excepción de Venezuela y Argentina.

La calificación en 2019 fue de 6,02. “Un componente crítico de esta área es la estructura impositiva, que, aunque no es la más baja, refleja una recaudación significativamente más alta en comparación con economías avanzadas.

El informe señala que el crecimiento del gasto y la inversión estatal ha llevado a un deterioro del equilibrio fiscal, lo que limita la capacidad del gobierno para invertir en áreas críticas como educación y salud”, detalló el informe.

En lo que viene a ser sistema legal y derechos propios la calificación de 3,92. Acá es donde Bolivia presenta su peor desempeño. La falta de un marco legal sólido y la inseguridad jurídica son factores que limitan el desarrollo económico del país.

La inestabilidad en las políticas y la falta de confianza en las instituciones han llevado a una disminución en la inversión extranjera y local.

En 2019, la calificación que se obtuvo fue de 3,90. Al referirse al dinero sano, Bolivia se destaca con una calificación de 9,41. Este desempeño se debe, en gran medida, a la estabilidad de precios del país en los últimos años y su política de tipo de cambio fijo (el informe se realiza en base a datos del año 2022), que vincula el valor de la moneda local al dólar a una paridad fija. Sin embargo, el informe advirtió que las dificultades cambiarias y la merma en las reservas internacionales.

Una vez que los próximos reportes incorporen las dificultades cambiarias y la alza en las tasas de inflación (especialmente en del año 2024) se prevé que Bolivia baje de forma importante su clasificación en esta área”.

En lo que significa libertad de comercio internacional se tiene un puntaje de 6,45, cifra superior a las que tenían Argentina y Venezuela en la región, pero muy por debajo de economías con mayores niveles de libertad económica.

 “Las restricciones al comercio internacional, como aranceles y cuotas, limitan las oportunidades de crecimiento y desarrollo del país”. En 2019 la calificación fue de 6,76.

Finalmente, en lo que es regulación comercial el país tiene un puntaje de 4,80, mientras que en 2019 era de 4,71. En esta área el país tuvo su peor desempeño debido a “la excesiva regulación comercial y la burocracia” que son constantes en la historia económica de Bolivia, lo que dificulta la creación de un entorno empresarial más amigable.