El reciente hecho ocurrió el lunes por la madrugada cuando tres patrullas policiales y tres buses de pasajeros recibieron disparos de arma de fuego de largo alcance.
eju.tv
Juan Carlos Véliz / La Paz
Las emboscadas armadas en el sector de Challapata (Oruro) no son recientes sino que datan desde 2019 cuando un grupo armado atacó a una caravana de mineros que se trasladaba a La Paz para apoyar las movilizaciones contra el entonces presidente Evo Morales.
“Con base en la información obtenida, se calcula que los disparos provenían de una distancia entre 400 a 700 metros de los cerros, lo que permite inferir que las armas de fuego empleadas eran largas. Asimismo, en visita ocular sobre el terreno adelantada durante el mes de abril de 2021, el GIEI encontró decenas de vainas de proyectil dispersas en uno de los cerros desde donde se produjeron los disparos, las cuales coinciden con las fotografías y los videos registrados por los mineros el día del ataque” señala una parte del “Informe final sobre los hechos de violencia y vulneración de los derechos humanos ocurridos entre el 1 de septiembre y 31 de diciembre de 2019” del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) Bolivia.
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“Según una evaluación técnica del GIEI, los proyectiles y las vainas son compatibles con fusiles Mauser, munición 7,65×53 mm de fabricación belga. Sin embargo, no es posible descartar el uso de otros rifles de guerra, pues el tipo de vaina encontrada es también compatible con otros modelos de fusiles” complementa el documento.
El 10 de noviembre de 2019, una caravana de mineros y universitarios que se dirigía desde Uyuni (Potosí) hasta La Paz sufrió una emboscada en la zona de Playa Verde, en el tramo Challapata-Huancané (Oruro). Los atacantes identificados como francotiradores dispararon desde un cerro aledaño a los buses y a los integrantes de la comitiva, integrada principalmente por mineros que protestaban entonces contra el presidente Evo Morales.
Los disparos dejaron al menos cinco heridos por armas de fuego, todos varones jóvenes, mineros y con pérdidas severas en su capacidad laboral debido a que las balas atravesaron sus cuerpos, dañaron pulmones y fracturaron costillas.
Las ambulancias que llegaron para auxiliar a los heridos también sufrieron disparos, según el informe del GIEI.
Los atacantes fueron identificados entonces como leales al entonces presidente Evo Morales, que horas más tarde renunció a su cargo para después emprender su huida a México.
Este hecho fue un detonante para el quiebre entre el órgano Ejecutivo y las Fuerzas Armadas porque éstas iniciaron operaciones militares terrestres y aéreas para “neutralizar a grupos armados que se encuentran actuando fuera de la ley”. Un avión militar K-8 realizó sobrevuelos y militares del cuartel de Challapata tomaron control de la zona, pero no hubo ningún detenido y la Fiscalía no investigó hasta ahora quiénes fueron los autores del ataque armado.
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El 23 de noviembre de 2024 también se registró un ataque armado contra patrullas policiales que iban a desbloquear la carretera Oruro-Potosí cerrada por leales al expresidente Evo Morales y la Fiscalía abrió un proceso por la presunta comisión de tres delitos, mientras que la Policía advirtió que este hecho delictivo fue protagonizado por francotiradores.
Ese día, la caravana policial fue atacada con disparos de largo alcance en el tramo Challapata y el Cruce Ventilla, en la vía Oruro Potosí, cuando se trasladaba para desbloquear la vía que estaba cerrada por sectores evistas. Cinco vehículos de la Policía, de los departamentos de Oruro, Potosí y Chuquisaca fueron alcanzados por proyectiles que dejaron agujeros en los motorizados.
La Policía capturó entonces mediante un dron las imágenes de dos hombres armados cubiertos con capuchas, publicó las capturas de imagen de los sospechosos para que las personas identifiquen a los mismos, pero hasta ahora no se logró dar con el paradero de los mismos.
El 13 de enero de 2025 también se registró otro ataque armado en el sector de Challapata, presuntos tiradores realizaron disparos contra tres patrullas policiales y tres buses de servicio interdepartamental con el saldo de al menos cinco heridos.
Los reportes de la Fiscalía dan cuenta de que los atacantes efectuaron los disparos desde una montaña cercana a la carretera y que emplearon proyectiles de un fusil FAL, que es de uso común en el cuartel.
El fiscal departamental de Oruro, Aldo Morales, adelantó que se están buscando a los autores del ataque y que se tienen huellas dactilares de los autores.