Sin embargo, Marcelo Silva estima que el gobierno ya no puede encarar reformas estructurales, así que los asambleístas deben aprobar los créditos para sostener la economía hasta que llegue una nueva administración del Estado.
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Boris Bueno Camacho / La Paz
El analista político Marcelo Silva observó el mensaje que el presidente Luis Arce Catacora brindó al país la noche del miércoles por el contenido eminentemente político, ya que se estrelló contra la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) por no aprobar los créditos externos y contra los precandidatos electorales a quienes cuestionó por un supuesto doble discurso, en lugar de ofrecer a la población medidas estructurales que avizoren una solución a la aguda crisis económica que atraviesa el país.
En su alocución, Arce negó que el país esté quebrado como señalan sus detractores, desestimó su renuncia al cargo y anunció diez medidas como un paliativo a la crisis energética que atraviesa el país por la iliquidez de divisas que permitan pagar la importación de carburantes, lo que provocó que los surtidores del país colapsen por las largas filas de vehículos livianos y pesados en busca de diésel y gasolina.
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Foto: captura pantalla
“(Arce) nuevamente está en el ámbito de estrellarse contra la Asamblea Legislativa por la no aprobación de los créditos que, según el presidente, podrían darle liquidez a la economía boliviana y dar la posibilidad de mayor circulación de dólares a la economía, ha sido muy duro con la oposición y con aquello candidato que prometen soluciones, que tienen la misma vía del préstamo internacional”, puntualizó.
Sin embargo, Silva estimó que la gestión actual ya no tiene tiempo para efectuar ajustes de fondo, más aún porque se necesita un acompañamiento del Órgano Legislativo que no tiene; por tanto, deja esa responsabilidad al próximo gobierno, que deberá tomar medidas urgentes para hacer ese ajuste estructural de la economía, entre ellas la definición sobre la subvención de los carburantes, que permitan devolver la certidumbre a los sectores productivos y a la población en general.
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“Las diez medidas son para pasar el momento, son medidas de emergencia que intentan hacer más llevadera este momento de crisis en la distribución de combustible que tenemos en el país; estas 10 medidas, de ninguna manera, van a resolver lo importante de la crisis y mucho menos lo estructural del problema de la crisis; (…) Arce dice que no acudirá al Fondo Monetario Internacional (FMI), por tanto, esa vía estaría cerrada, pero algo que no ha dicho el presidente es cuándo podría espectarse la solución de fondo”, apuntó.
Silva estimó que el gobierno carece de operadores políticos que permitan tender los puentes con los asambleístas, para la viabilidad de los créditos externos, porque la responsabilidad de la estabilidad económica recae sobre todo en el Órgano ejecutivo; sin embargo, ello no exime la responsabilidad de la ALP, a la cual calificó como la peor desde la recuperación de la democracia en 1982, porque tiene muchas limitaciones y adolece de lineamientos políticos definidos.
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“La población puede aguantar una crisis económica, una crisis financiera, porque viene de manera paulatina; pero, cuando viene una crisis energética el tema puede desencadenarse de manera muy rápida y puede generar una conflictividad social de gran escala, creo que el presidente trata de anticiparse a estos hechos, pero lamentablemente no hay soluciones de fondo; la situación política, la situación de la democracia está sostenida indudablemente sobre la estabilidad económica”, refirió.
En consecuencia, la crítica de Silva también alcanza a las organizaciones políticas con representación parlamentaria, porque priorizaron el encono con la actual administración de Estado y no así las necesidades de la sociedad en su conjunto; por ello, enfatizó que la ALP tiene la obligación de aprobar los créditos para garantizar la estabilidad económica del país hasta que un nuevo gobierno asuma para tomar las medidas correspondientes que permitan una mejor perspectiva económica.
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“El gobierno tiene meses para irse y no puede asumir ya ajustes estructurales, la tiene que dejar a otro gobierno que tenga un mandato popular sobre el ajuste mediante el voto; por eso hay que tomar medidas que no ayuden a sostener la economía hasta noviembre, en ese marco, la Asamblea Legislativa tiene la obligación de aprobar los créditos para que el gobierno pueda tener oxígeno por lo menos para terminar su gestión”, subrayó.