Para paliar la crisis de combustibles, la Iglesia Católica pide libre importación de crudo, reducción del gasto público, fomento a exportaciones, apoyo a inversión privada y cambio de modelo económico.
Fuente: Brújula Digital
Ante la crisis de combustibles que atraviesa el país, la Iglesia Católica ve que las 10 medidas adoptadas por el Gobierno para paliar esa situación no “remedian el problema”. Por ese motivo, sugiere la implementación de medidas estructurales, entre ellas la libre importación de crudo, libre de impuestos.
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La posición fue hecha conocer este jueves por el Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) a través del comunicado “A grandes males, grandes soluciones”.
Luego de sostener que Bolivia está en un tiempo de incertidumbre y desafíos, la Iglesia Católica valoró las medidas dictadas por el Gobierno. Sin embargo, advirtió que ante la situación tan complicada que vivimos vice el país creen que “las soluciones propuestas no remedian el problema, pues no corrigen la situación fundamental que sufre el país: que es la crisis económica y social”.
“Creemos que se deben proponer medidas estructurales, como por ejemplo la importación de crudo libre de impuestos para que el pueblo no sufra, la reducción del gasto público, el fomento de las exportaciones, el fortalecimiento de la inversión privada, el cambio de modelo económico que pase de una economía de redistribución a uno de generar riqueza, medidas que verdaderamente solucionen los problemas que tiene Bolivia”, señala la CEB en su documento.
Anoche, el Gobierno emitió 10 medidas para paliar la crisis de combustibles que vive el país, por la falta de dólares para la compra.
Entre las 10 medidas se encuentran un ahorro del 50% del uso de vehículos públicos, aumento de la oferta de combustibles hasta llegar a un 80% de la demanda, la implementación del horario continuo y el teletrabajo y la posibilidad de clases virtuales para estudiantes.
“Se requiere una transformación estructural hacia un sistema económico sostenible y no solo paliativos momentáneos que no solucionan el problema de fondo”, sostuvo la CEB.
La Iglesia Católica también señaló que le preocupa los hogares bolivianos que no pueden ganarse la vida en sus trabajos sencillos y atender las necesidades de sus familias. “La Iglesia está comprometida a ser un faro de esperanza y un espacio de encuentro. Estamos aquí para escuchar, acompañar y ayudar”, señaló.
BD/JJC