Al respecto, el legislador Ajpi destacó que el corredor bioceánico no solo facilitará el comercio con Paraguay y el Mercosur, sino que también puede convertirse en un modelo de desarrollo sostenible que respete los derechos de las comunidades locales.
La construcción del Corredor Bioceánico Guaraní Roboré-Ripio Blanco-Rabelo, en Santa Cruz, que puede conectar a Bolivia con Brasil y Paraguay, mediante una carretera que fortalecerá la presencia del Estado boliviano y así dinamizar la economía del oriente boliviano, fue el tema principal que conversaron el presidente de la Comisión de Política Internacional de la Cámara de Senadores, Félix Ajpi, y el mburuvicha guasu (capitán grande) del Consejo Continental de la Nación Guaraní (Ccnagua), arakua iya (sabio) Javier Cruz.
El líder guaraní destacó que la construcción de esta vía no solo representa un avance en infraestructura, sino también un acto de soberanía en una región que ha sido «históricamente abandonada». Esta ruta, que fue utilizada por el ejército boliviano durante la Guerra del Chaco en 1933, ahora cobra relevancia para la integración nacional y la protección del territorio.
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No obstante, el representante indígena también alertó sobre el mal uso que se le da a esta vía, debido a que es usada para realizar incendios forestales, mismos que afectan a la zona, porque impacta en la biodiversidad y en las comunidades del Gran Chaco, el bosque seco chiquitano y las naciones guaraní, chiquitana y ayoreo.
Al respecto, el legislador Ajpi destacó que el corredor bioceánico no solo facilitará el comercio con Paraguay y el Mercosur, sino que también puede convertirse en un modelo de desarrollo sostenible que respete los derechos de las comunidades locales.
“El Corredor Bioceánico Guaraní Roboré-Ripio Blanco-Rabelo promete mejorar la conectividad entre los océanos Atlántico y Pacífico, consolidando a Bolivia como un actor clave en la integración regional. Además, permitirá fortalecer la presencia del país en el Mercosur y abrir nuevas oportunidades comerciales con Chile y otros mercados internacionales”, destacó.
Ambas coincidieron en la importancia de ejecutar este proyecto, que respete los derechos indígenas y que tenga un enfoque sostenible que proteja el medio ambiente y beneficie a las comunidades locales.