El proyecto, que costará alrededor de Bs 270 millones, busca sanear el río Guadalquivir y atender una demanda histórica del municipio
Video: DTV
eju.tv
Este miércoles continúan las mesas técnicas para analizar el financiamiento de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de la ciudad de Tarija, un proyecto estratégico para el saneamiento ambiental de la región. Las reuniones comenzaron el pasado martes con la participación del ministro de Medio Ambiente y Agua, Álvaro Ruiz, la representante del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), Jeannette Sánchez, y el gobernador de Tarija, Óscar Montes.
Aunque el alcalde de Tarija, Johnny Torres, no pudo asistir por compromisos fuera de la ciudad, el ministro Ruiz destacó que envió a todo su equipo técnico, demostrando el interés municipal en avanzar con esta obra considerada prioritaria para el municipio.
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El proyecto ha atravesado varios ajustes desde su concepción. En 2023 fue observado debido a su alto costo inicial de Bs 560 millones, destinado a beneficiar a una población de 180 mil habitantes en la zona de San Luis. En ese entonces, el ministro de Medio Ambiente comparó el presupuesto con una planta similar construida en Cochabamba por solo Bs 100 millones para atender a 800 mil personas.
Posteriormente, ante la posibilidad de trasladar el proyecto a la zona de Cabeza de Toro, se realizó un primer reajuste, reduciendo el costo a Bs 350 millones. Finalmente, en abril de 2024, el alcalde Torres informó que, tras un trabajo conjunto entre técnicos del municipio y del Gobierno nacional, se logró un nuevo ajuste que situó el presupuesto en Bs 270 millones, iniciando así la etapa de búsqueda de financiamiento.
Aunque durante las actuales mesas técnicas no se ha confirmado el monto definitivo, el Gobierno central ratificó su compromiso de financiar la totalidad del proyecto, que busca no solo dotar de una infraestructura moderna para el tratamiento de aguas servidas del casco viejo y barrios colindantes, sino también recuperar la salud ambiental del río Guadalquivir, uno de los principales afluentes de la región.
La construcción de la PTAR representa una demanda histórica para Tarija, que durante años ha carecido de un sistema de tratamiento adecuado para sus aguas residuales, generando impactos negativos en el medio ambiente y la calidad de vida de la población chapaca.