En Porongo Los Hermanos Piadosos acompañan las actividades y hacen sonar las matracas en Viernes Santo. En San José realizan la representación de la entrada de triunfal de Jesús a Jerusalén en Domingo de Ramos
Fuente: eldeber.com.bo
La religiosidad y la fe se viven con especial intensidad en los pueblos durante la Semana Santa, que se inicia con el Domingo de Ramos. En esta jornada, la gente acude a las iglesias, participa de la entrada de Jesús y de la bendición de palmas.
En Porongo hay costumbres que pasan de generación en generación, como la participación de los Hermanos Piadosos de la parroquia San Juan Bautista, un grupo que colabora con la Iglesia.
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Son 32 hombres, que cada año acompañan las actividades en Semana Santa y visten de negro como señal de luto por la muerte de Jesús.
Los hermanos servidores de la Iglesia que acompañan las actividades religiosas en Porongo/Foto: Alcaldía de Porongo
Nicolás Cesarí Castro es el hermano mayor o líder del grupo. “Lo que nos mueve es la fe”, afirma. Tiene 62 años y hace más de dos décadas que está entregado a la Iglesia. Se dedica a la artesanía, pero en estas fechas hace un alto a su oficio para abocarse a las actividades religiosas. Cuenta que en Domingo de Ramos, los porongueños reviven la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Todo el pueblo se une para acompañar al Nazareno montado en su burro.
Desde el Miércoles Santo, los Hermanos Piadosos se instalan en la parroquia para colaborar en la organización y participar de los momentos más importantes de la Semana Santa.
Entre las tradiciones más arraigadas está el uso de las matracas para anunciar la celebración de las Siete Palabras, ya que desde las 15:00 del Viernes Santo hasta el amanecer del Domingo de Pascua hay un silencio y no se repican campanas, en señal de duelo por la muerte de Jesús. La tarde del viernes, antes de la procesión, los hermanos recorren la plaza principal tres veces haciendo sonar las matracas, anunciando así la celebración.
Otra de las costumbres que mantienen es la representación de Simón de Cirene en el viacrucis. En este acto, hombres que desean cumplir una penitencia cargan la cruz y acompañan a Cristo en el sepulcro y a las imágenes, que también son cargadas en hombros por los lugareños. “Este año dos personas han solicitado cargar las cruces”, comenta.
Los hermanos se mantienen en el templo de Porongo para cuidar que todas las actividades religiosas se realicen de acuerdo con lo previsto/Foto: Alcaldía de Porongo
Otro momento importante es el ‘batido de estandarte’, que se realiza al finalizar la procesión. Es un gesto a cargo de los alférez entrantes y salientes.
Gonzalo Antelo Rivero (59), desde hace cuatro décadas también forma parte del grupo de servidores de la parroquia y está listo para cumplir con toda la organización de la celebración. Asegura que sigue todas las tradiciones religiosas, que le fueron inculcadas por sus abuelos.
Comenta que el miércoles salen en procesión y recorren las calles de los alrededores de la plaza con la imagen de la Virgen Dolorosa y del Señor Justo Juez.
Las procesiones recorren las calles del pueblo /Foto: Alcaldía de Porongo
El jueves y viernes los hermanos se encargan de avisar el inicio de las celebraciones con las matracas. Se realiza el batido de estandartes por los alférez, que también hacen la reverencia con 7 batidas de estandarte.
El Viernes Santo realizan el desclave y la procesión. El sábado, en el encuentro del Señor resucitado, participan de la celebración y de la procesión, donde se vuelve a contemplar el batido de estandarte.
Muchos visitantes participan del programa que se realiza en los pueblos
En Paurito también están llenos de costumbres que practican con mucha fe durante la Semana Santa. “La gente sigue la tradición de no comer carne. Mayormente se come arroz con queso y frejol, que se los acompaña con huevo”, comenta Aidé Ayala, presidenta de las artesanas.
Los niños y jóvenes que se preparan para la comunión y la confirmación colaboran con las celebraciones de la iglesia Virgen de la Candelaria y se están preparando para hacer un viacrucis viviente.
El desclave es una de las actividades para el Viernes Santo
El pueblo acostumbra a participar de la celebración de este Domingo de Ramos, con las palmas de saó que hacen las tejedoras, pero esta vez eso está escaseando y solo han hecho algunas con algo de material que guardaron, tomando en cuenta que el lugar de donde sacan el saó se inundó.
Ella es catequista, por eso se guardó un poco de saó y solo pudo hacer ocho palmas, que las llevará al tempo. Asegura que, ante la escasez, optaron por usar más flores para adornar el templo. Hace tres meses que no han podido trabajar las artesanas.
En San José de Chiquitos también viven con intensidad esta festividad. Siguiendo la antigua tradición jesuítica, en Domingo de Ramos, en las misas de la mañana se realiza la bendición de las palmas. Al mediodía, los hermanos, con ayuda de algunas personas particulares, protagonizan la representación bíblica del nazareno montado en su burrito, que llega hasta el lugar denominado Betania, donde María y José encuentran a su hijo Jesús. En horas de la tarde, con las palmas bendecidas, los religiosos y todo el pueblo católico, acompañan a Jesús montado en su burro, desde Betania hasta el templo, recordando la entrada triunfal a Jerusalén.
El programa en la catedral
El monseñor René Leigue, arzobispo de Santa Cruz, convocó a la población a participar de las actividades de Semana Santa. Para el Domingo de Ramos está prevista la bendición de ramos en conmemoración a la entrada del Señor en Jerusalén a partir de las 7:00. A las 7:15 será la solemne eucaristía.
Para el martes, día sacerdotal, se prevé la misa crismal a las 19:00.
El jueves, a las 19:00, se realizará la celebración de la institución de la Eucaristía.