El exlíder cívico Marco Antonio Pumari cuestiona que los viejos líderes políticos no se abran a una renovación generacional.
El exlíder cívico Marco Antonio Pumari. Foto: DTV
El bloque de Unidad sufrió en la pasada semana una estocada mortal con la fragmentación de la coalición de los seis líderes políticos que lo conformaban con la intención de elegir un candidato único que los represente en las elecciones nacionales; sin embargo, la renuencia de Jorge Tuto Quiroga a la selección de ese personaje mediante una encuesta, así como los constantes ataques entre él y Samuel Doria Medina terminaron por resquebrajar el acuerdo, lo que llevó a la renuncia irrevocable de Carlos Mesa Gisbert, como primer efecto.
Si bien de palabra los otros cinco integrantes continúan en el grupo, en los hechos, son solo cuatro que irán juntos en las justas de agosto a la cabeza de Doria Medina; en tanto, Quiroga Ramírez irá por separado con la alianza Libre. Estas fricciones que fueron totalmente públicas provocaron el malestar en diferentes sectores que los respaldaban, así como en la opinión pública; uno de ellos es el exlíder cívico de Potosí, Marco Antonio Pumari, quien cumple detención por los hechos que provocaron la renuncia de Evo Morales Ayma en 2019.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Pumari cuestiona la fragmentación del Bloque de Unidad y puntualiza que ese hecho condena a algunos de sus integrantes a la ‘jubilación política’, porque se trata en algunos casos de personas que están dos décadas o más en el ejercicio partidario. «La ruptura de algunos grupos corporativos que buscaban cierta unidad de los políticos de oposición se convirtió en una jubilación automática para algunos de sus integrantes, la renovación no cabe en sus ideas, pero hoy no se trata de los intereses de uno, hoy se trata de Bolivia», escribió.
Luis Fernando Camacho con su familia. Foto: RRSS LFC
Crítica que también compartió Luis Fernando Camacho, el otro protagonista de los acontecimientos de octubre y noviembre de 2019. El gobernador cruceño es parte del frente opositor, pero, cuando ocurrieron los impasses en su interior, recordó que el momento actual necesitaba acciones coherentes de los líderes políticos, porque solamente la unidad podrá romper el ciclo de casi 20 años al frente del país que tiene el Movimiento al Socialismo (MAS).
“En este momento de incertidumbre, el país necesita que las personas que la historia ha puesto en primera línea tengamos coherencia y firmeza para afrontar el reto más importante que los bolivianos hemos tenido desde el retorno a la democracia. Como siempre lo manifesté a cada uno de los líderes políticos que me visitaron en esta cárcel y a todos los bolivianos a través de mis pronunciamientos públicos, la unidad es el camino para alcanzar el objetivo de acabar con casi 20 años de abusos, autoritarismo y corrupción que nos llevaron a la profunda crisis que ahora vivimos como país”, señaló entonces.
La asambleísta departamental de Santa Cruz, Paola Aguirre. Foto: La Razón
La asambleísta departamental de Santa Cruz Paola Aguirre afirmó que uno de los detonantes para la crisis fue que lo compromisos políticos de ‘buena fe’ no siempre sirven en ese tipo de casos y que el grado de confianza debe ser mínimo; la única forma para blindar el compromiso es un documento real con cláusulas concretas que garanticen el cumplimiento por parte de todos los integrantes, para que no suceda lo que ocurrió con Tuto Quiroga, quien desconoció lo acordado.
En consecuencia, la asambleísta cuestionó la actitud de algunos de los líderes de oposición, porque anteponen sus propios intereses frente a la necesidad imperiosa de ofrecer una alternativa real y única al país. “Están actuando con mucha inmadurez, están actuando con mucha soberbia, están actuando con mucha inconsecuencia para con el país. Lo ideal era una candidatura única”, resaltó Aguirre.
El Bloque de Unidad cuando fue anunciado como una alternativa al MAS. Foto: La Razón
Diversos analistas coinciden en que lo que sucedió en el Bloque de Unidad le da un nuevo hálito al MAS y sus ramificaciones, porque acrecienta las posibilidades de una nueva victoria del sector progresista, más aún si Andrónico Rodríguez tiene las condiciones para encabezar una propuesta de todo ese sector político. Hay una percepción generalizada en la opinión pública de que las ambiciones personales en la oposición juegan nuevamente un rol protagónico en esta oportunidad que de ser totalmente auspiciosa ahora nuevamente parece ir rumbo a un fracaso electoral.