Según un reporte de la Universidad estadounidense de Maryland y Global Forest Watch (GFW), Bolivia ocupa el segundo lugar del mundo en deforestación de bosques.
Gráfico: El Deber
Tras la publicación de un informe internacional elaborado por la Universidad de Maryland y la plataforma en línea Global Forest Watch (GFW), que ubica a Bolivia como el segundo país con mayor pérdida de bosques primarios en el mundo, el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, arremetió contra la política de expansión agrícola promovida por el Movimiento al Socialismo (MAS), mediante los denominados colonos interculturales, que confluyeron en esos “números trágicos” en materia ambiental.
“Bolivia ocupa el segundo lugar del mundo en deforestación de bosques, otro de los números trágicos que deja el masismo. Evo, Arce y Andrónico inventaron a los famosos interculturales para hacer negocios corruptos con la tierra. Esa estrategia causó un daño ecológico gravísimo del que vamos a tardar muchos años en recuperarnos”, escribió el gobernador cruceño en su cuenta de la red social X, a propósito del estudio que nos sitúa como el segundo país con mayor deforestación en el mundo.
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El estudio desarrollado por el World Resources Institute y la universidad estadounidense de Maryland, cuyos datos fueron publicados en la plataforma digital Global Forest Watch (GFW), que monitorea la pérdida de cobertura arbórea en tiempo real, fue replicado por el periódico El Deber. En la publicación se hace hincapié que, en el último reporte, Bolivia aparece como el segundo país del mundo con mayor pérdida de bosques primarios tropicales en 2024, superando a la República Democrática del Congo y sólo por detrás de Brasil.
Foto: RRSS LFC
El informe destaca que la pérdida de bosque primario en Bolivia se disparó un 200% en 2024, alcanzando un total de 1,8 millones de hectáreas, 81% en bosque primario; los incendios forestales fueron responsables del 59% de la pérdida total de bosque en Bolivia en 2024, mientras que las tareas de desmonte, sobre todo para tareas de ampliación de la frontera agrícola, alcanzaron las 700.000 hectáreas, una cifra récord. A pesar del tamaño territorial inferior a otros países amazónicos, el país reporta una tasa de deforestación per cápita extremadamente alta.
En consecuencia, el líder de la agrupación Creemos fustigó las políticas agrarias impulsadas en las dos últimas décadas y responsabilizó al MAS por promover la expansión agrícola de manera irresponsable, facilitar el avasallamiento de tierras, la quema de bosques y la entrega de concesiones sin planificación ambiental, lo que provocó la pérdida de las áreas boscosas de una manera dramática, producto de esa política gubernamental; por ello, estimó que se deben agravar las penas por ese severo daño al medio ambiente.
“Es urgente un nuevo modelo que imponga sanciones duras y ejemplarizadoras para quienes provocan los incendios forestales y para quienes avasallan tierras. El año pasado, bajo la mirada indiferente del gobierno de Arce y sus cómplices locales, se quemaron más de 10 millones de hectáreas. Por eso el cambio pasó de necesario a urgente. Hay que frenar a los enemigos del bosque. Hay que frenar a Evo, Arce o Andrónico que han impuesto todo un sistema para aniquilar el bosque”, reclamó.
Gráfico: El Deber
Organizaciones especializadas, como la Fundación TIERRA, alertan desde hace varios años sobre el avance sostenido de la frontera agropecuaria en regiones sensibles como la Chiquitania, el Chaco y la Amazonia. En diversos informes, TIERRA ha señalado que la flexibilización normativa -como los decretos supremos 3973 y 3874 de 2019, que habilitaron quemas controladas en tierras forestales- ha tenido consecuencias ambientales dramáticas, porque esos incentivos políticos al sector agroindustrial y a colonos interculturales han deteriorado los ecosistemas de manera irreversible.
A modo de conclusión política del problema, la autoridad cruceña traza una línea imaginaria entre el MAS y la oposición en el país, ya que resalta la necesidad de no solamente pensar en la economía nacional, sino también en la protección del hábitat. “Al elegir el camino el 17 de agosto, debemos pensar en Bolivia y en la economía, pero también debemos pensar en el bosque y la naturaleza”, enfatizó Luis Fernando Camacho.