Asambleístas cuestionan a Andrónico por aferrarse a la presidencia del Senado pese a priorizar campaña electoral


Oficialistas y opositores piden que dé un paso al costado para que asuma su suplente y se reactive el trabajo en la Cámara Alta.

4A-2AAndrónico Rodríguez, candidato a la Presidencia por la Alianza Popular./ FACEBOOK ANDRÓNICO RODRÍGUEZEl presidente del Senado, Andrónico Rodríguez. Foto: Opinión

eju.tv / Videos: Red América TV



El presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, enfrenta una creciente ola de cuestionamientos por parte de legisladores tanto del oficialismo como de la oposición, debido a sus constantes ausencias en la Cámara Alta en un momento en el que el país arrastra una agenda legislativa estancada y presiones sociales por la aprobación de los créditos externos y otras normas urgentes.

Rodríguez, quien encabeza una de las tres corrientes en que se escindió el Movimiento al Socialismo (MAS), inició su campaña presidencial con miras a las elecciones nacionales de agosto y es criticado por sus colegas al anteponer su proyección política a las responsabilidades institucionales que tiene como tercera autoridad del Estado; en consecuencia, existen varias voces que piden que dé un paso al costado para permitir que se reactive la actividad en el Senado.

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Desde que anunció su precandidatura, el senador del trópico de Cochabamba protagonizó una intensa agenda política fuera del Senado. En abril inició una serie de actos masivos en Cochabamba y Santa Cruz antes de aceptar de manera oficial la postulación presidencial. En mayo estuvo en Sucre, Oruro y Potosí. También realizó una gira en el norte de Argentina, donde se reunió con comunidades bolivianas y sectores afines. Su participación en sesiones plenarias fue mínima.

Este mes, pasó lo propio y la Cámara Alta ingresó en una paralización debido a la ausencia de su máxima autoridad; en paralelo, Rodríguez encabezó encuentros políticos en diferentes ciudades y se trasladó a Santa Cruz para reuniones con plataformas juveniles. Actualmente se encuentra de viaje, según confirmaron fuentes de su entorno partidario sin que se haya detallado el motivo de su salida del país.

El diputado del ala arcista del MAS, Rolando Cuéllar, fue uno de los más duros al calificar a Rodríguez de ‘sinvergüenza’ y ‘cuerudo’ al no apartarse del cargo mientras realiza campaña; además, afirmó que no compete una licencia, sino la renuncia tanto a su cargo como al MAS, porque ahora está en otro partido. “Tiene que dejar de perjudicar al Congreso, porque en este momento se tiene que reactivar la economía, aprobar créditos. Que tenga un mínimo de decencia y renuncie”, declaró.

Desde la oposición, la diputada de Comunidad Ciudadana María Elena Reque cuestionó que Rodríguez ‘se haya tomado vacaciones’ mientras el país enfrenta urgencias económicas. “En un momento tan crítico abandona sus funciones para irse a un lugar tan cuestionado donde opera la red de (narcotraficante uruguayo) Sebastián Marset”, señaló Reque a propósito del viaje del titular del Senado, quien estaría en Dubai.

En la misma línea, el senador Porfirio Menacho de Comunidad Ciudadana pidió coherencia a la autoridad y renunciar a la presidencia de la Cámara Alta. “Por ética y moral debería renunciar, porque una licencia es lo mismo, se ampara en una ley 32/2019 para pedir una licencia, pero lo peor es dejar en ausencia el Senado, necesitamos trabajar para viabilizar los créditos y leyes importantes para el país”, reclamó.

Las críticas a Rodríguez reavivan un debate recurrente en la política boliviana: el uso de cargos públicos como plataformas de campaña sin renunciar formalmente. Si bien la ley no obliga a dejar el cargo a los servidores públicos electos, el desgaste institucional por estas ausencias genera cuestionamientos éticos. El caso de Rodríguez es sensible por su rol como presidente del Senado, una posición clave para la viabilidad legislativa del país, especialmente en un momento de fragilidad fiscal, con créditos pendientes que requieren aprobación.