La gestión pasada fue la más devastadora porque se incendiaron 12,6 millones de hectáreas, incluso superó el récord de 2019.
eju.tv / Fuente: ANF
Entre 2001 y 2024, en Bolivia los incendios arrasaron con al menos 74,9 millones de hectáreas de bosque y pastizales; el departamento de Santa Cruz es el más afectado, de acuerdo con la investigación que presentó la Fundación Tierra.
La gestión pasada fue la más devastadora porque se incendiaron 12,6 millones de hectáreas, incluso superó el récord de 2019 cuando se quemaron 5,3 millones hectáreas. Mientras que en 2010 la cifra alcanzó a los 4,9 millones de hectáreas afectadas.
“Estamos dando cuenta que el área quemada ha alcanzado 12,6 millones de hectáreas, es la cifra más alta que se ha registrado en la historia del país, ha dejado en segundo lugar lo sucedido en 2019, eso nos tiene que llamar la atención y asumir acciones para evitar que se repita una situación similar esta gestión”, afirmó el investigador de la fundación, Gonzalo Colque.
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La semana pasada, la Fundación Tierra presentó la investigación “Incendios forestales 2024, tras las huellas del fuego” donde presentan cifras de las afectaciones, las regiones que fueron golpeadas con el fuego y los responsables de esa catástrofe que dejó severos daños en el medioambiente.
Las cifras
De acuerdo al reporte, el 2001 se quemaron 900.000 hectáreas; en 2002, 1,8 millones de hectáreas; en 2003, 1,8 millones; en 2004 subió a 4,8 millones; en 2005, 3,8 millones; en 2006, 2,4 millones; en 2007, 2,5 millones; en 2008, 1,3 millones; en 2009, 478.000 hectáreas y en 2010 alcanzó a 4,9 millones.
En 2011, se quemaron 1,4 millones de hectáreas; en 2012, 2,1 millones; en 2013, 1,4 millones; en 2014, 850.000 hectáreas; en 2015, 1,8 millones, en 2016, 3,5 millones; en 2017, 2,5 millones; en 2018, 1,8 millones; en 2019, 5,3 millones. Mientras que en 2020 se incendiaron 4,9 millones de hectáreas, en 2021, 4,2 millones; en 2022, 4,4 millones, en 2023, 3,5 millones y la pasada gestión fue de 12,6 millones.
“En la primera década (2001-2010), la cifra más alta se registró en 2010, con más de 4,9 millones de hectáreas quemadas, que prácticamente se equipara con lo sucedido en 2004, mientras que la cifra más baja es del año anterior (2009), con un total de 478 mil hectáreas. En ese periodo, el promedio de quema está en torno a 2,5 millones de hectáreas anuales”, dice el documento.
Entre tanto, en la segunda década (2011-2020) el 2019 fue el año más conflictivo cuando el fuego arrasó más de 5,3 millones de hectáreas, en 2014 se reportó la menor cantidad con 850.000 hectáreas. En promedio, el área quemada por año es de 2,6 millones. Entre el 2021-2023 se registraron sistemáticamente cifras altas de incendios, con un valor máximo de 4,4 millones de hectáreas en 2022 y un mínimo de 3,5 millones en 2023.
“En perspectiva, podemos observar que los incendios forestales empeoraron desde el año 2019 y de forma consecutiva. Hasta el momento, no existen señales de desaceleración y retorno hacia el tamaño promedio de las áreas quemadas de los años anteriores”, precisa el reporte.
Las regiones más afectadas
Durante el 2001 y 2023, los incendios se concentraron en Santa Cruz con 27,8 millones de hectáreas quemadas y en el Beni se registraron 29,6 millones lo cual representa el 92%, mientras que el restante 8% se registró en otras regiones, entre ellas en el departamento de La Paz.
La fundación señaló que la agenda patriótica 2025 lanzada por el gobierno de Evo Morales tenía la meta de duplicar la cantidad del ganado y mecanizar la agricultura, con el fin de ampliar las tierras cultivadas a 10 millones de hectáreas. A partir de entonces, los agropecuarios Santa Cruz y Beni lograron ampliar el plazo de la verificación de la Función Económico Social (FES) a cinco años.
Entre tanto, los interculturales y campesinos consiguieron que se amplíe la cantidad de la superficie desmontada de 5 a 20 hectáreas, además se creó una comisión para analizar nuevos asentamientos. Colque indicó que en los últimos ocho años se registraron más 1.400 nuevos asentamientos de comunidades interculturales, la mayor parte de ellos no habitan en el lugar.
“En Bolivia, a pesar de la escalada sistemática de los incendios forestales, no existen estudios o evaluaciones técnicas sobre los daños ambientales ocasionados por el fuego. Algunos estudios sugieren que aumenta la aridez en la Chiquitanía cruceña, al igual que el agotamiento de las fuentes de agua para el consumo humano y animal, y ambos hechos estarían relacionados con las altas tasas de deforestación y degradación de los bosques a causa de incendios recurrentes”, cuestiona la investigación.