Mientras miles de israelíes pasan sus horas en los refugios, se activó desde Tel Aviv un mecanismo de defensa anti aérea para aplacar la réplica militar que ordenó el líder religioso Khamenei, tras el raid desplegado por Netanyahu para destruir el complejo nuclear de los ayatollahs
Fuente: infobae.com
(Desde Jerusalén, Israel) Benjamín Netanyahu ordenó una sucesión de ataque aéreos contra Irán que incluyeron instalaciones nucleares, poderosos generales, depósitos de armas, laboratorios científicos y bases militares.
El daño producido al régimen de los ayatollahs fue letal, y ahora el líder religioso Ali Khamenei advirtió que Irán prepara una réplica inédita contra el estado de Israel.
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“Con este crimen, el régimen sionista se ha preparado para un destino amargo y doloroso, y sin duda lo recibirá”, posteó Khamenei en sus redes sociales.
Se aguardan -al menos- 100 drones artillados y un número aún no preciso de misiles de alta precisión lanzados desde Irán.
En este contexto, las Fuerzas de Defensa Israelí anunciaron que Irán ya lanzó “un ataque con misiles y drones contra el Estado de Israel y su población civil”.
Ese anuncio oficial tiene como función básica desalentar la salida a los espacios abiertos y justificar la prohibición de todas las actividades comerciales.
La orden se cumple sin objeciones y las calles de las ciudades más importantes de Israel, como Tel Aviv y Jerusalén, están vacías y con escaso tránsito de vehículos.
La instrucción del gobierno afecta las actividades cotidianas, y también al escaso turismo que ya se observa en Jerusalén. Antes del ataque preventivo había poco movimiento en la Ciudad Vieja, y hoy después de la ofensiva dispuesta por Netanyahu contra Irán, todo está vacío y silencioso.
La actividad se concentra en los hospitales públicos, las bases militares y los refugios anti aéreos que están desplegados en las calles de Israel.
La ofensiva israelí se concentró sobre la cadena de mandos del Ejército de Irán y los científicos que manejaban el proceso de enriquecimiento de uranio para la construcción de la bomba atómica.
Desde esta perspectiva, la jugada de Israel tuvo resultados positivos: El mayor general Mohamad Bagheri; el jefe de la Guardia Revolucionaria, general Hossein Salamí; el ex director de la Organización de Energía Atómica, Fereydoon Abbasi, y el actual director Mohammad Mehdi Tehranchi, fueron anulados tras los ataques aéreos.
Las instalaciones de enriquecimiento de uranio de Natanz, a 250 km al sur de la capital iraní, Teherán
Además de atacar a la cadena de mandos del Ejército iraní, Netanyahu ordenó la eliminación total del proyecto nuclear de los ayatollahs.
Irán considera su proyecto nuclear una ventaja geopolítica decisiva en Medio Oriente. Y acorde a la información del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Irán ya tendría suficiente uranio enriquecido para construir diez bombas atómicas.
En este escenario, los caza israelíes lanzaron misiles contra las instalaciones nucleares de Irán, que están ubicadas en las cercanías de la ciudad de Natanz.
(OIEA) confirmó que no se registraron aumentos en los niveles de radiación, tras los ataques israelíes contra la planta de enriquecimiento de Natanz.
Pero en la ecuación militar, es la primera vez que Israel ataca las instalaciones nucleares de los ayatollahs, que para la opinión pública iraní aparecen como un santuario científico.
Donald Trump y Benjamin Netanyahu durante su última reunión en la Casa Blanca, (Washington, Estados Unidos)
La magnitud de la guerra que inició Israel para evitar que Irán complete la construcción de sus armas nucleares, dependerá de la participación de Estados Unidos.
Donald Trump le adelantó a Netanyahu su rechazo la ejecución de un ataque preventivo contra Irán, cuando Washington aún negociaba con Teherán un acuerdo diplomático para terminar con la iniciativa estratégica de los ayatollahs.
Pero Netanyahu informó el lunes pasado al presidente de Estados Unidos que su deadline sería el viernes 13 de junio, en la madrugada: si no había acuerdo con Irán en la noche del 12, la aviación israelí atacaría Teherán y las instalaciones nucleares de Natanz.
Ahora, consumado el ataque que pone a Medio Oriente al borde de un conflicto total, Trump no tendría otra alternativa que apoyar a Israel -su aliado regional histórico- y desplegar una agenda diplomática destinada a contener a las naciones árabes cercanas a la Casa Blanca.
Si el líder republicano no convence a Arabia Saudita, Qatar, Oman, Emiratos Árabes Unidos, Siria y Jordania de la necesidad de minimizar la represalia de Irán, la guerra en Medio Oriente será total, inédita e histórica.
Y la calles de Jerusalén, como sucede hoy, serán un desierto de cemento durante muchísimo tiempo. En un lugar del mundo adonde el tiempo no se mide por horas, días o semanas.