El Gobierno sufre desde hace ya varios meses la escasez de divisas extranjeras para comprar carburantes, por lo que el ingreso de diésel y gasolina cada vez demora más.
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Perjuicio por las largas filas, imposibilidad de pagar deudas y cada vez menos ingreso de turistas extranjeros, esa es la situación que sufre el sector del transporte pesado por la falta de diésel.
«Con este problema del diésel tenemos que hacer cola todos los días, los conductores tienen que dormir dos, tres días, las salidas ya no son como antes, salimos un día sí y dos pasamos en la cola», lamentó este lunes la presidenta del Transporte de Pasajeros de Bolivia, Beatriz Patón.
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La representante del sector explicó que la continua escasez de diésel y combustible redujo las operaciones del transporte de carga y generó mala imagen en el exterior para los turistas extranjeros que solían ver a Bolivia como un potencial destino.
«El Gobierno ya debería ver este asunto del diésel, es un perjuicio que está transmitiéndose a otros países, el turismo que debería venir porque necesitamos divisas, pero la situación ha empeorado, ¿qué extranjero puede venir? Ya no vienen porque no hay cómo venir a Bolivia», aseguró Patón.
El Gobierno sufre desde hace ya varios meses la escasez de divisas extranjeras para comprar carburantes, por lo que el ingreso de diésel y gasolina cada vez demora más y esa carga irregular se refleja en las largas filas que se forman en las estaciones de servicio.
«Muchos de los afiliados, hasta mi persona, no estamos cumpliendo con las deudas en el banco; necesitamos muchas divisas, pero los turistas se enteran que no hay diésel, además de las marchas y bloqueos, es un perjuicio total para el sector», aseguró.