Mientras tanto, Vaca se encuentra inhabilitado para competir oficialmente, situación que afecta su continuidad tanto en Bolívar como en la selección nacional.
Fuente: eldeber.com.bo
El caso del mediocampista boliviano Ramiro Vaca sigue abierto y sin una resolución definitiva. Luego de la apertura del frasco B, correspondiente a la prueba antidopaje tomada tras el partido entre Bolívar y Sporting Cristal por la Copa Libertadores, aún restan procedimientos administrativos y técnicos antes de que el tribunal de expertos emita un fallo.
El proceso se inició el pasado 13 de mayo, cuando la Conmebol anunció la suspensión provisional del jugador, luego de que el frasco A de su muestra de orina arrojara un resultado positivo. La noticia causó gran impacto, considerando el perfil del futbolista y el contexto de competencia internacional en el que se encontraba.
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Al día siguiente, el 14 de mayo, Ramiro Vaca publicó un comunicado en sus redes sociales, en el que sostuvo: “Jamás he consumido ninguna sustancia prohibida de forma intencional”. Esta afirmación ha sido considerada central en su línea de defensa, ya que podría influir directamente en la decisión final que tome el tribunal.
Desde el inicio del proceso, Vaca ha insistido en su inocencia. Su entorno argumenta que, en caso de haberse detectado una sustancia prohibida, su presencia habría sido no intencionada, posiblemente derivada de un producto contaminado o de un error en el consumo de suplementos, algo que la normativa antidopaje contempla como atenuante.
En ese sentido, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) señala que no todos los casos positivos derivan en una suspensión automática de cuatro años. De acuerdo con su guía oficial, los deportistas pueden recibir sanciones menores, advertencias o incluso quedar exentos de castigo si logran demostrar que no hubo negligencia o culpa significativa, como ocurre en casos de productos contaminados.
Mientras tanto, Vaca se encuentra inhabilitado para competir oficialmente, situación que afecta su continuidad tanto en Bolívar como en la selección nacional. La incertidumbre sobre el tiempo de resolución del caso mantiene en suspenso su futuro deportivo.
La resolución del tribunal será decisiva. No solo determinará si el jugador podrá volver a la actividad en el corto plazo, sino que también marcará un precedente importante para el manejo de este tipo de casos en el fútbol boliviano. La expectativa está puesta en que el proceso avance con transparencia y en los plazos establecidos por la Conmebol y las autoridades antidopaje.