Regis Medina expresó su alarma por la escalada de violencia y advirtió que el fútbol en Montero se ha vuelto un riesgo para la vida. Propone partidos sin barras y mayor control policial.
Fuente: eldeber.com.bo
El alcalde de Montero, Regis Medina, rompió el silencio tras el ataque con arma de fuego al bus de Blooming y los continuos hechos violentos protagonizados por barras bravas en su ciudad. En declaraciones al programa Influyentes, de EL DEBER Radio, Medina expresó su profunda preocupación y advirtió que la situación ha rebasado todos los límites: “Los hechos son cada vez más violentos, están atentando ya contra la vida de las personas”.
Según los propios vecinos de Montero están pidiendo que ya no se jueguen partidos de fútbol en la ciudad debido al temor que generan las barras bravas. “Esto ya no es fútbol, es violencia. Las barras vienen a causar zozobra, preocupación y mucha inseguridad al pueblo de Montero. No podemos seguir exponiendo a la gente que solo quiere disfrutar de un espectáculo deportivo en familia”, remarcó.
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Medina informó que hace tres semanas una oficial de policía fue herida de bala en un hecho vinculado con estos grupos, y que algunos de los responsables ya están detenidos preventivamente. Además, condenó el reciente incidente en el que una bala impactó el bus de Blooming, donde viajaban jugadores y miembros del cuerpo técnico.
El alcalde también se refirió al trabajo policial, destacando el esfuerzo del Comando Provincial, pero reconociendo que los recursos son insuficientes. “La Policía hace lo que puede, pero no alcanza.”, afirmó.
Una de las propuestas de Medina es la prohibición del ingreso de barras bravas a los estadios. “Vamos a presentar esta propuesta a las autoridades de La Liga. Que se juegue el partido, pero sin estos grupos.”
El alcalde también mencionó que la Policía instaló hasta cuatro puntos de control para revisar a los buses de hinchas, pero que el operativo no fue suficiente para evitar los desmanes.
Mientras la violencia empaña el fútbol boliviano, las autoridades piden acciones contundentes para proteger a la población y recuperar la esencia del deporte como un espacio de encuentro, no de terror.