La Defensoría del Pueblo recuerda que las Fuerzas Armadas, como institución del Estado Plurinacional de Bolivia, tienen el deber legal y constitucional ineludible de proteger la fauna silvestre y la Madre Tierra. Esta responsabilidad, que va más allá de sus funciones tradicionales de defensa de la soberanía, se fundamenta en un marco jurídico que reconoce a los animales como sujetos de derecho y a la naturaleza como un ente con derechos propios.
Fuente: defensoria.gob.bo
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La Constitución Política del Estado, en sus artículos 8 y 33, establece el mandato de vivir en armonía con la naturaleza y de proteger el medio ambiente, mandato que se refuerza con las Leyes N° 071 y 300 de Derechos de la Madre Tierra. Estas normas obligan a todas y todos, incluidas las Fuerzas Armadas, a respetar y garantizar los derechos de la biodiversidad. La fauna silvestre es un bien jurídico protegido que no puede ser utilizada, maltratada ni cosificada.
El uso de boyé (Boa constrictor) en un desfile militar vulnera la normativa nacional: la Ley N° 1333 y el DS N° 4489 que prohíben su uso con fines de entretenimiento, y la Ley N° 700 sanciona el maltrato animal. Extraerla de su hábitat para exhibirla le causa sufrimiento, afecta los sistemas de vida y contradice el principio del Vivir Bien.
La Boa constrictor enfrenta amenazas como la pérdida de hábitat, incendios, caza ilegal y comercio como “mascota exótica”, lo que la mantiene en constante vulnerabilidad. Exhibirla en actos públicos aumenta su riesgo y refuerza la idea de que es un objeto de entretenimiento, alimentando el mercado ilegal.
Proteger esta especie es defender el valor de toda forma de vida y la salud de la Madre Tierra. Reconocer estos derechos implica un cambio de paradigma: el ser humano es un actor más, en equilibrio con los demás sistemas de vida. Honrar nuestro patrimonio natural exige conservarlo en su hábitat, no explotarlo en actos que le causen sufrimiento y vulneren sus derechos.
La Defensoría del Pueblo exhorta a las Fuerzas Armadas a ejercer su rol como guardianes de la Madre Tierra, adecuar sus prácticas a la normativa vigente, capacitar a su personal en derechos ambientales y cumplir la prohibición del uso de fauna silvestre en actos públicos. El verdadero compromiso con la Patria se demuestra también con el respeto y la protección de nuestra biodiversidad.