Monseñor Leigue señaló que no puede haber paz sin justicia social.
Charles Muñoz Flores
Fuente: Red Uno
En medio de una jornada electoral marcada por tensiones sociales y económicas, el arzobispo de Santa Cruz, Mons. René Leigue Cesari, recordó a los bolivianos que el voto es un derecho libre y secreto, y exhortó a ejercerlo con plena conciencia ciudadana.
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Durante su homilía dominical, transmitida también por redes sociales, el prelado vinculó el mensaje evangélico con la coyuntura nacional, afirmando que “como ciudadanos vamos a elegir a las autoridades, pero el Señor no se calla, siempre sigue invitándonos, animándonos”.
Justicia social como camino a la paz
Leigue subrayó que la paz verdadera solo es posible si se construye sobre bases de justicia social. “No va a haber paz si es que no hay justicia social. La esperanza de todos los bolivianos está ahí”, expresó, señalando la necesidad de un cambio profundo en beneficio de las familias más afectadas por la crisis.
Inspiración en el profeta Jeremías
Al recordar la misión profética de Jeremías, perseguido por denunciar injusticias, el Arzobispo hizo un paralelo con el rol de la Iglesia: “Aunque quieran callarla, la Iglesia no puede dejar de anunciar la buena noticia”.
El poder como servicio, no privilegio
Dirigiéndose a los futuros gobernantes, advirtió que la autoridad no es un privilegio personal sino un servicio al pueblo:
“Si es autoridad nacional es para todos, no solo para quienes lo eligieron, va a gobernar todo un país”.
Libertad y conciencia en las urnas
Uno de los momentos más enfáticos de la homilía fue el recordatorio de que nadie puede obligar a votar por un candidato específico:
“El voto es libre, el voto es secreto. Les invito a todos los bolivianos: vayan en conciencia ejerciendo su derecho ciudadano”.
Un país en crisis que clama esperanza
Bolivia atraviesa una etapa difícil, marcada por inflación, escasez de combustibles y un incremento en el costo de vida que golpea a los sectores más vulnerables. En este contexto, el Arzobispo pidió que la jornada electoral sea vivida en paz y responsabilidad, confiando en Dios y en la intercesión de la Virgen de Urkupiña para iluminar a la nación.
Hacia una democracia fraterna
Concluyendo su mensaje, Mons. Leigue insistió en superar divisiones y mirar al otro como hermano, no como enemigo. “Eso es la democracia, y hoy tenemos que ser parte de ella”, afirmó.